Agentes antidisturbios de la Policía Nacional abortaron ayer un enfrentamiento entre los dos clanes que se vieron implicadas hace dos años en un tiroteo en Villena. El incidente se desencadenó al finalizar el juicio en la Audiencia de Alicante, cuando miembros ambos bandos comenzaron a insultarse y amenazarse. Las dos familias Moreno y Cortés, conocidas como los Rafaelos y los Piturris, fueron situadas, como el primer día del juicio en extremos opuestos de la plaza del Ayuntamiento, donde está la sede judicial, a fin de prevenir posibles incidentes.

Sin embargo, miembros de una y otra parte comenzaron a dirigirse hacia el lugar que ocupaban sus rivales en tono amenazante, lo que obligó a los agentes a esgrimir las porras para disuadirles e impedir que llegaran a las manos. Según fuentes policiales, el altercado se ha saldado finalmente sin detenciones y la situación ha vuelto a la calma cuando el clan de los Piturris abandonaron la plaza custodiada por los uniformados. Al final del juicio, uno de los hermanos Moreno, L.M.F., se refirió a A.C.G., de la otra familia, para espetarle que era «de la raza de su padre, que está en la caja», y lanzar el siguiente anuncio: «Nos volveremos a ver». Ante esta provocación, los Cortés se han mantenido sentados en su banquillo bajo la vigilancia de dos policías, pero minutos después, fuera del edificio judicial, se registró el altercado.