La titular del Juzgado de Instrucción número dos de Majadahonda decretó ayer la prisión incondicional para el presidente de Vitaldent, Ernesto Colman, así como para el vicepresidente, Bartolo Conte y otros miembros de la cúpula, Javier Arteaga y Nicolás Sissini.

Así lo acordó la juez en un auto dictado tras la comparecencia de los detenidos por fraude y blanqueo y a instancias de lo solicitado por la Fiscalía Anticorrupción, precisaron fuentes jurídicas. El presidente de Vitaldent se acogió a su derecho a no declarar. Además, las acusaciones particulares solicitaron al magistrado que nombre un administrador de la empresa para dar continuidad a la gestión de las clínicas.

El primero de los cuatro en declarar fue Nicolás Sissini, el abogado de las clínicas, y tras él fue el turno del vicepresidente de la marca, Bartolo Conte. En tercer lugar prestó declaración Javier Arteaga. Los tres respondieron a las preguntas planteadas por el fiscal anticorrupción José Grinda. El único que se acogió a su derecho a no declarar fue el presidente de las clínicas, Ernesto Colman.

A los mismos juzgados fueron trasladados en diferentes coches policiales el resto de los detenidos en la «Operación Topolino». En un principio fueron 13 los detenidos en dicha operación, sin embargo tres de ellos fueron puestos en libertad con cargos sin pasar a disposición policial, entre ellos el exdirector comercial Vicente Samper, arrestado en Torrevieja.

Los investigadores cifran el fraude en torno a los 10 millones de euros. La Policía se incautó en los registros de la operación de 1.200.000 euros en efectivo y numerosos relojes de lujo. Asimismo, el dueño de Vitaldent logró sacar de España más de 100 millones de euros durante ocho año, según la cadena Ser.

Los abogados de los franquiciados de las clínicas dentales Vitaldent afirmaron ayer antes de la declaración de los detenidos que sus clientes estaban sujetos a un sistema de franquicias «salvaje» en el que el 98 por ciento de las cláusulas de los contratos eran penales, es decir, «se castigaba todo sin ningún tipo de contraprestación».

Respecto al modelo de negocio que seguían las clínicas, aseguraron que «al parecer la marca Vitaldent hacía aplicar sobrecostes de manera continuada y sostenida en el tiempo a los franquiciados; aplicaba de manera perversa el sistema informático donde se establecía la información y toda la facturación así como cánones que no figuraban en el contrato de franquicias».

Vitaldent quiso transmitir ayer un mensaje de tranquilidad a sus pacientes al garantizar la continuidad de todos los tratamientos ya que sigue la actividad diaria de todas sus clínicas dentales, tanto las 139 propias como las 217 gestionadas mediante franquicias.

Por contra, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha solicitado a las diferentes consejerías de Sanidad que investiguen las clínicas de Vitaldent con el fin de garantizar que los clientes reciben su tratamiento y/o que se devuelva el dinero en el caso en el que falle el servicio. En la Comunidad Valenciana, donde la franquicia cuenta con 32 establecimientos, el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia denunció ayer irregularidades laborales y fiscales en varias clínicas de Valencia gestionadas por Vitaldent.