La Audiencia de Alicante ha condenado a un año de prisión a la empleada de una inmobiliaria de Alcoy acusada de quedarse con más de 3.000 euros de la empresa donde trabajaba, según la sentencia a la que ayer tuvo acceso este diario. El fallo no ha considerado probado que la acusada se apropiara del dinero abonado por otros doce compradores que adelantaron dinero por el pago plazas de garajes o reservas de vivienda con opción de compra. Los hechos ocurrieron entre mediados de 2007 y el 31 de julio de 2008, fecha en la que la acusada fue despedida. El fallo considera probado que en algunas de las operaciones en las que intervino la acusada modificó recibos de las cantidades que le entregaron a los clientes haciendo constar menos de lo que realmente éstos le entregaron. La sala condena a la empleada por delitos continuados de apropiación indebida y falsedad de documento mercantil.