La víctima de la violación necesitó cerca de 145 días de tratamiento médico para alcanzar la estabilidad emocional. La mujer padece un trastorno de estrés postraumático crónico y de evolución incierta, que le provoca que viva con miedo a relacionarse con personas desconocidas, pensamientos de muerte, flashbacks, pesadillas, miedo a estar sola. En aquella noche de pesadilla, la mujer llegó a creer que iba a morir cuando su agresor le quitó la venda de los ojos y vio una almohada envuelta en un film de plástico. La mujer ayer aún tenía temblores durante los escasos segundos que testificó J. A. M.