La Policía Nacional de Alicante ha desarticulado un importante punto de venta droga en las instalaciones de una antigua discoteca de la Albufereta que actualmente alberga una asociación sociocultural de fumadores de cannabis. La Policía ha detenido a cuatro personas al descubrir que además de vender sustancias estupefacientes que eran consumidas por los socios del club de fumadores en el local también las vendían presuntamente a otros clientes para consumirlas fuera de dicho club.

Según informó ayer la Comisaría Provincial, en el local del club cannábico se realizó un registro autorizado por un juzgado que se saldó con la incautación de casi 300 gramos de hachís de alta pureza, más de 3.500 gramos de marihuana y 6.045 euros en efectivo.

Las pesquisas fueron iniciadas por agentes de la Comisaría de Distrito Norte tras detectar que en la sede de una asociación de consumidores de cannabis situada en un local de la Albufereta, junto al barranco del Juncaret, se estaba vendiendo marihuana y hachís a todo tipo de personas, ya fueran socios o no del club de fumadores.

Las vigilancias policiales desvelaron que diariamente acudían muchas personas al club y tras estacionar sus vehículos en el aparcamiento entraban al establecimiento y la mayoría salía poco después, por lo que sospecharon que podían acudir para comprar droga e irse rápidamente.

Entradas y salidas

Las pesquisas de los agentes permitieron constatar que esas personas que entraban y salían con rapidez del club lo hacían para comprar estupefacientes con el fin de consumirlas en otro lugar y no en el club de fumadores. Asimismo, en el interior del club los socios y clientes consumían las drogas que habían pedido y pagado junto con bebidas alcohólicas, lo que no está autorizado en este tipo de establecimientos.

La Policía afirma igualmente que la asociación no tenía control sobre la cantidad mensual dispensada a los socios y permitían, sin ninguna restricción que se llevasen las sustancias adquiridas.

Durante la investigación los agentes comprobaron que el establecimiento contaba con grandes medidas de seguridad para dificultar la acción policial.

Así, contaba con cámaras exteriores, doble puerta de acceso y un recinto a modo de filtro donde una persona daba el visto bueno para acceder por la segunda puerta. También disponían de una persona que ejercía labores de portero y seguridad y otra que vigilaba el aparcamiento y las inmediaciones.

Pese a las dificultades, la Policía asegura que los agentes han logrado demostrar que el club había dejado de lado sus fines como asociación de fumadores de cannabis para ejercer una actividad ilegal con la única intención de lucrarse.

La investigación concluyó con la detención de dos hombres y dos mujeres, de entre 23 y 35 años.