La Audiencia Provincial juzgó ayer a un maltratador que presuntamente violó a su expareja en Alicante tras presentarse en el domicilio de ella pese a tener una orden de alejamiento. La Fiscalía reclama para él penas que suman cerca de once años de prisión por violación, lesiones y quebrantamiento de orden cautelar.

El juicio quedó ayer visto para sentencia en una vista tensa en la que el acusado y uno de sus amigos tuvieron que se expulsados de la sala por el presidente del tribunal por interrumpir a la víctima durante su declaración acusándola de estar mintiendo. Durante la declaración de la mujer, la sala acordó poner al acusado detrás de un biombo para que no tuviera ningún contacto visual con el presunto agresor.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2014 y la relación de la pareja llevaba rota desde hacía más de un año. Un juzgado de Violencia de la Mujer tenía dictada una orden de alejamiento que le impedía acercarse a su expareja. Según el escrito de acusación, el día de los hechos se presentó en casa de la víctima y la llamó por teléfono desde el portal exigiendo que le dijera dónde había estado y con quién porque había visto salir a alguien del domicilio, a lo que ella se negaba. La mujer se negó a abrirle la puerta y no salió a la calle hasta más de una hora más tarde para tirar la basura vestida con un pijama y una bata, pensando que ya se había marchado. Sin embargo, el hombre la abordó en el portal y le cogió de manera sorpresiva las llaves de la casa, obligándola a subir de nuevo, siempre según el relato de la acusación. En la vivienda, la puso contra la pared y la agarró del cuello exigiendo que le dijera con quién había estado y con quién había dormido Finalmente la arrojó al sofá y acabó violándola, tras lo que abandonó su vivienda. La mujer, tras pasar un rato sin saber cómo reaccionar, cogió el coche y fue tras su agresor para recriminarle su conducta.

El acusado, que está en prisión preventiva por estos hechos, negó todos los hechos. Las fuentes consultadas por este diario apuntaron a que en sus primeras declaraciones negó hasta que estuviera en el domicilio, una versión que desmontaban las cámaras de seguridad del recinto. El hombre admitió que tuvo relaciones consentidas con su expareja, aunque un día antes de la fecha de la denuncia. Los forenses hallaron restos de ADN del acusado en el cuerpo de la víctima.