La Audiencia Provincial ha condenado a dos años de cárcel a un acusado de haber dado un beso en la boca a una amiga de su hija con la que estaba a solas en el domicilio en Alicante, según la sentencia hecha pública ayer. La víctima, menor de edad, huyó corriendo del piso mientras el acusado intentaba agarrarla de la cintura y bajarle los pantalones, según declara probado el fallo.

El juicio se cerró con una conformidad en la Sección Primera de la Audiencia Provincial en la que el acusado se declaró culpable del delito de abuso sexual que se le imputaba. Al no tener antecedentes penales, el acusado no entrará en prisión. De todos modos la Audiencia ha impuesto condiciones para suspenderle la pena y que no vaya a la cárcel. Entre ellas que no vuelva a delinquir en el plazo de dos años; que indemnice a la menor con 3.000 euros por los daños morales; y someterse a programas de educación sexual. Tras el acuerdo, la sentencia es firme y contra ella no cabe recurso alguno. La sala ha levantado las órdenes de alejamiento que el acusado tenía de su víctima de manera cautelar, al no haberse solicitado por parte de la Fiscalía ninguna medida similar para el cumplimiento de la sentencia.

El suceso ocurrió una mañana de junio de 2014 después de que la joven, que tenía doce años cuando la joven subió a casa de una amiga para pedir una tirita porque le dolían los pies a causa del calzado que llevaba. En el domicilio sólo se encontraba el acusado, que abrió la puerta a la joven. Cuando ésta se sentó en el sofá para ponerse la tirita, el acusado se le acercó, le cogió de la cara y le dio un beso en la cara. La reacción de la menor fue la de marcharse hacia la puerta de la calle, momento en que el acusado intentó cogerla de la cintura y bajarle los pantalones. Sin embargo, no lo consiguió porque la joven se marchó corriendo de la vivienda.

El presidente de la Audiencia, Vicente Magro, aseguró a este diario que la última reforma del Código Penal introduce los programas de educación sexual para aquellos condenados por este tipo de delitos en hechos leves por los que habitualmente no tendría que ingresar en prisión. Magro aseguró que estudiaría con el personal de la oficina de medidas alternativas de la Audiencia la posibilidad de que estos cursos puedan impartirse en la provincia, tal como ya se está haciendo con los cursos de reeducación de maltratadores o condenados por seguridad vial.