El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a una mujer de 14 años y 6 meses de prisión por maltratar de forma habitual y acabar matando a golpes a una niña de 5 años a la que cuidaba por falta de medios de su madre biológica en su domicilio de Alicante.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV), el alto tribunal ratifica el fallo del 9 de julio de 2015 de la Audiencia Provincial de Alicante, y rechaza los argumentos ofrecidos por la mujer.

La Audiencia alicantina la condenó a 12 años y medio de cárcel por delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, y a otros 2 años por delito de maltrato habitual, penas que quedan confirmadas.

La condenada, María Laura A.S., se negó a declarar durante el juicio celebrado entre finales de junio y principios de julio de 2015.

La sección tercera de la Audiencia de Alicante ha declarado probado que la condenada golpeó reiteradamente a la niña en diversas ocasiones a lo largo de siete días entre finales de enero y febrero de 2014, "valiéndose de una percha u otro objeto alargado y contundente de unos 4 milímetros de ancho".

Esas agresiones dejaron a la menor numerosos hematomas en prácticamente todo el cuerpo, aunque fueron las heridas registradas en la zona craneal las que determinaron su fallecimiento sobre las 13.30 horas del 4 de febrero de 2014 en la UCI pediátrica del Hospital General de la capital alicantina.

La noche antes del fallecimiento, al comprobar la extrema gravedad que presentaba la víctima debido a los golpes que le había propinado, María Laura A.S. realizó varias llamadas al teléfono de emergencias de la Generalitat, el 112, y contó que se la había encontrado "en la ducha, tirada en el suelo y sangrando".

La Audiencia descartó que las heridas que causaron la muerte a la pequeña fueran fruto de una caída en la ducha y su impacto contra el grifo y algún otro elemento saliente, como sugería la defensa, pues entendió que esa hipótesis está "huérfana de toda apoyatura fáctica e, incluso, de toda lógica".

El tribunal recordó la "claridad y convicción" mostrada a este respecto por los forenses que examinaron el cadáver, pruebas periciales a partir de las que consideró acreditado que la niña fue maltratada en los días previos a su fallecimiento y murió como consecuencia de una "agresión brutal".

También rechazó que esas agresiones pudiesen ser obra de un hijo menor de edad de la acusada, entonces de 11 años, y sostuvo por el contrario que dicho "comportamiento de hacer recaer en los demás la responsabilidad de sus propios actos" coincide con los rasgos de su carácter descrito por varios especialistas, una forma de ser que incluye una "tendencia a resolver los conflictos de forma violenta".

La sala se basó también para justificar su condena, que quedó fijada en un año menos de lo que solicitaba el fiscal del caso, en que María Laura A.S. "faltó a la verdad" cuando atribuyó la responsabilidad de lo ocurrido a una "compañera de piso inexistente" en una de las llamadas que realizó al 112.

Igualmente, los magistrados destacaron que su hijo envió varios mensajes telefónicos a un amigo de la familia en los que confesaba que había visto a su madre "pegar fuerte" a la niña y que si él contaba la verdad a la Policía, la condenarían.