La joven valenciana de 25 años que fue juzgada ayer en la Audiencia Nacional por publicar en Twitter, con el alias Madame Guillotine, chistes ofensivos de Irene Villa y Miguel Ángel Blanco, se ha amparado en que son chistes de humor negro de los que, dijo, hay «a millones» en las redes sociales.

Pese a su intento de justificar esas publicaciones en su cuenta de Twitter, que contaba con 790 seguidores, el fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Martínez Torrijos mantuvo su petición de que la acusada, María Lluch Sancho, sea condenada a dos años de cárcel por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Según el fiscal, ha quedado clara la intención que tenía de menospreciar a las víctimas de ETA, así como de ensalzar a la banda terrorista, utilizando expresiones como «Gora Eta militarra» o «adiós y honor» refiriéndose a un etarra fallecido en prisión, y siendo ella «la única responsable» de su cuenta.

Durante su declaración en el juicio, la joven admitió haber difundido esos chistes ofensivos a través de su cuenta en Twitter, pero se mostró extrañada con que, tratándose de chistes de humor negro que «te pueden hacer gracia o no» o ser «políticamente incorrectos» y que «no me he inventado yo», te puedan «detener y condenar por eso».

«Si me hubieran manifestado que estaba ofendiendo a alguien los hubiera borrado, además están en la red a millones» en la que también, ha dicho, hay chistes homófobos o racistas, por lo que no pensó que estuviera atacando a alguien, ya que tampoco los dirigió directamente a las familias de las víctimas de ETA a las que se referían los chistes. "

«Va, que sé que os gusta. Reírse es bueno», escribió en uno de sus primeros mensajes al enlazar un vídeo en el que se escuchaban chistes sobre Irene Villa «totalmente vejatorios y humillantes para la víctima y sus familiares», explicó el fiscal.