Continúan en prisión provisional los tres vecinos de Villena detenidos en noviembre, por su presunta relación con un grupo criminal que introdujo en España 402 kilos de coca de gran pureza ocultos en máquinas de inyección de plástico importadas de Ecuador.

El magistrado Javier Reyes del Juzgado Número 3 de Dénia que ha dirigido la investigación ha levantado el secreto de sumario. Tanto los arrestados de Villena -un conocido festero, su primo y el cuñado de éste- como los otros doce detenidos en Alicante y Madrid tendrán que responder por los supuestos delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal de los que han sido imputados.

De la investigación policial se desprende que la maquinaria pesada donde se ocultaba la droga era trasladada desde el Puerto de Valencia a una nave de Villena. Allí permanecía un tiempo bajo custodia y vigilancia antes de ser transportada en camiones al polígono Marconi de Madrid donde la cocaína era extraída y posteriormente distribuida. El valor del alijo incautado alcanza los 14 millones de euros pero si hubiera sido vendido en el mercado negro habría superado los 40 millones una vez cortada para aumentar las dosis.

Según fuentes judiciales, una empresa domiciliada en la calle la Vía de Dénia, Otratón, contactaba con la firma ecuatoriana Macenar que se encargaba de remitir desde Guayaquil los contenedores en los que iba la maquinaria con la coca oculta detrás del depósito de aceite de la puerta del cierre principal. Precisamente uno de los registros se ha realizado en esta sociedad.

Las pesquisas policiales sitúan como cabecilla de esta organización criminal a un miembro del clan de los «Miami» que responde a las iniciales de M.Z. Cuando se le arrestó en su chalé de lujo de Boadilla destrozó los móviles que llevaba encima. También portaba notas manuscritas en las que detallaba entregas de droga y otros movimientos que ayudarán a los investigadores a reconstruir cómo funcionaba esta red de narcotráfico a gran escala que estaba dividida en dos grupos delincuenciales. El primero lo constituían las diferentes empresas pantalla o transitorias por donde pasaba la droga hasta su llegada a Madrid, y el segundo lo formaban quienes la almacenaban, salvaguardaban y distribuían. La operación sigue abierta y se realizarán más detenciones.