La Fiscalía Superior de Madrid ha defendido que la pena de cuatro años de prisión a la que se enfrenta el promotor Miguel Ángel Flores en el juicio del Madrid Arena que arranca hoy es «la máxima que permite la Ley», tras las críticas de las familias de las víctimas que la tachan de «ridícula».

El fiscal Superior de Madrid, Jesús Caballero Klink, y el fiscal Provincial de Madrid, José Javier Polo, ofrecieron ayer una rueda de prensa para explicar la postura del Ministerio Público en relación a los quince acusados en el juicio del Madrid Arena. Así, el fiscal imputa a Flores cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y 16 de lesiones, por lo que pide una pena de cuatro años de prisión, «la máxima que permite el Código Penal».

Explicó que cuando se trata de delitos por imprudencia, como sucede en este caso de la fiesta en la que murieron cinco jóvenes, la ley establece una única pena, es decir, se castiga como un conjunto de delitos. «Con la Ley en la mano no se puede pedir más pena que cuatro años de prisión. No es posible, cualquier pena superior a esta sería ilegal», precisó.

Otra cosa sería si se tratase de delitos dolosos, aseveró el fiscal, pero en el caso del Madrid Arena, la omisión de los acusados produce un conjunto de delitos, de ahí que la pena sea genérica.

En cuanto al exjefe de la Policía Municipal Emilio Monteagudo, Polo, la Fiscalía ha desvinculado su papel de la tragedia al entender que no hay pruebas que avalen que su conducta esté relacionada con la muerte de las cinco chicas. Por ello no presentan cargos contra él, aunque sí irá a juicio imputado por las acusaciones particulares. Al resto de acusados, el Ministerio Fiscal les imputa también cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y dieciséis de lesiones por imprudencia grave, por lo que solicita tres años de cárcel, mientras que a los dos médicos se les imputan tres delitos de homicidio por imprudencia grave profesional, hechos por lo que reclama dos años y seis meses de prisión.

La Fiscalía les acusa a todos ellos de una ?falta absoluta de control y de medidas de seguridad, seguido de un desmesurado caso de sobreaforo en el que claramente se infringen las previsiones».