Un joven de 29 años murió en la ciudad alemana de Schöppingen (centro del país) a consecuencia de las heridas sufridas tras hacer estallar un dispensador de preservativos, presuntamente para robar la caja con su recaudación, informó ayer la Policía. La explosión ocurrió el pasado viernes, día de Navidad, después de que tres hombres colocaran material explosivo junto a la máquina automática dispensadora de esos artículos para hacerlo estallar a distancia. Dos de ellos se protegieron dentro de un coche antes de la detonación, mientras que el tercero no alcanzó para cerrar tras de sí la puerta del vehículo y recibió el impacto de un fragmento metálico de la máquina en la cabeza.