Un acusado aceptó ayer en la Audiencia de Alicante pagar una multa de 540 euros tras reconocer en un juicio que colaboró con una trama dedicada a regularizar a inmigrantes africanos que llegaron de forma clandestina a España, en su mayoría de origen ghanés, al empadronarlos a cambio de dinero, informaron a Efe fuentes de la Fiscalía.

En el procedimiento judicial estaban encausadas otras cuatro personas, aunque se encuentran fugadas en la actualidad y han sido declaradas en rebeldía, así como un quinto acusado, el presunto cabecilla del entramado, para el que se sobreseyó la causa después de que no pudiera ser localizado.

Los hechos se remontan a mayo de 2012, cuando el sospechoso accedió a empadronar en su vivienda de Alicante a varios de los inmigrantes que aspiraban a obtener los permisos para residir y vivir en España a cambio de pagos de 150 euros cada uno. El presunto fraude estaba diseñado por una organización que captaba a extranjeros con residencia legal en la Unión Europea (UE) para que simulasen ser familiares de compatriotas «sin papeles». El grupo pagaba elevadas sumas a esos falsos familiares, al tiempo que cobraba a los interesados por regularizar su situación en España.

Por otro lado, la Audiencia de Alicante ha absuelto a un ciudadano argelino que estaba acusado de sobornar a funcionarios públicos para obtener documentos con que regularizar a inmigrantes de su país, según recoge una sentencia hecha pública ayer.