Abrazos cariñosos y sexo como reclamo para atraer a sus víctimas. La Policía Nacional ha detenido en Benidorm a cuatro integrantes de un grupo organizado conocido como «las cariñosas» que se dedicaban al robo de joyas y otros objetos que lograban gracias a sus caricias, informó ayer la Comisaría.

Los arrestados son dos hombres y dos mujeres de nacionalidad rumana que solían realizar batidas por la ciudad de Benidorm a bordo de un vehículo de alta gama hasta localizar a sus víctimas. Para estos robos, preferentemente solían escoger a personas de avanzada edad o bajo los efectos al alcohol. Las mujeres les abordaban para darles abrazos cariñosos y plantearles falsas ofertas de índole sexual para quitarles los objetos de valor, como relojes, cadenas y pulseras.

Según informaron las mismas fuentes, los investigadores tuvieron conocimiento de que un grupo que operaba en diversas provincias utilizando estas tácticas estaba operando en la ciudad de Benidorm. El cambio de ciudad solía dificultar su detención por parte de la Policía.

Las pesquisas policiales dieron su fruto el pasado 24 de noviembre cuando fueron detenidos los cuatro sospechosos en la denominada Operación Tiriri. Los ahora arrestados se disponían a abordar a una nueva víctima. Las Fuerzas de Seguridad les imputan un total de catorce hechos delictivos. La investigación sigue abierta y no se descartan otras detenciones.

Los detenidos contaban con numerosos antecedentes policiales y ya han pasado a disposición judicial, donde el juzgado decretó el ingreso en prisión de una de las mujeres. Según la Policía, la banda se aprovechaba de la vulnerabilidad de sus víctimas para cometer sus robos. Las personas mayores eran su principal objetivo, aprovechándose de la disminución tanto de sus movimientos, como de su vista, ya que la baja calidad de su visión facilitaba que no pudieran reconocerles. La banda no dudaba en agredir a sus víctimas si ofrecían resistencia.