Tres acusados por un alijo de más de cuatro toneladas de hachís interceptado en San Vicente en el año 1998 evitaron ayer la cárcel al declararse culpables y pactar con la Fiscalía una condena inferior a los dos años de prisión, según confirmaron ayer fuentes judiciales. El juicio estaba señalado para ayer en la Audiencia de Alicante y tenía previsto continuar a lo largo de toda esta semana.

Se trata de una de las causas de narcotráfico más antigua de la provincia y que ya fue juzgada por la Audiencia Provincial, pero el Tribunal Supremo ordenó repetir el juicio al obligar a la sala incluir una serie de pruebas que no se admitieran en su día. Los dos principales cabecillas de la trama permanecen huidos de la Justicia y esa situación ha venido impidiendo que el juicio se celebrara.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los acusados traían la droga desde Marruecos y se servían de varias empresas que utilizaban como tapadera ya que carecían de actividad legal. La operación que condujo a su detención tuvo lugar en mayo de 1998, cuando fue interceptado un camión cargado de aceitunas. En un doble fondo los acusados ocultan más de tres toneladas y media de hachís. En los registros en domicilios y varias naves en un polígono industrial de Alcoy, los agentes hallaron otra tonelada de la misma sustancia estupefaciente, importantes sumas de dinero en metálico e instrumental para construir los dobles fondos en camiones y furgonetas.

El fiscal pedía inicialmente cinco años y medio de cárcel por un delito contra la salud pública, cifra que ayer redujo a un año y un mes al entender que había una atenuante por dilaciones indebidas.