La Audiencia ha condenado a cuatro años de prisión a un octogenario acusado de haber abusado sexualmente de la nieta de su mujer, según la sentencia hecha pública ayer. Los hechos ocurrieron el 19 de diciembre de 2014, cuando la niña contaba con tan solo cuatro años de edad, día en el que el acusado fue sorprendido infraganti por la madre haciéndola tocamientos. El fallo sólo declara probado ese único episodio y descarta que hayan quedado acreditados otros incidentes similares en los días anteriores. La sentencia asegura que el acusado se aprovechó de la relación de confianza con la niña y con el resto de la familia, que le confiaba la guarda y custodia de la pequeña, «para satisfacer sus deseos lascivos».

El acusado negó los hechos durante el juicio, aunque sí los reconoció en su primera comparecencia judicial. Por ello, aducía que hubo una defectuosa traducción por parte del intérprete de noruego. En dicha declaración, admitía haber metido el dedo en los genitales a la niña pero que no lo había hecho antes. El procesado mantenía que la menor le había enseñado los genitales en más ocasiones y que ese día se le fue la cabeza. La sala advierte de que el acusado firmó en su día esa declaración y que no advirtió nada de problemas de entendimiento con el intérprete. El fallo dice que la única prueba de los tocamientos de otros días fueron las declaraciones de la menor, sin que existan corroboraciones complementarias que lo confirmen.