Un cartero acumulaba en un trastero de Alcoy más de 3.200 cartas que no había repartido en la última década y ahora no solo se ha quedado sin trabajo -fue despedido el pasado mes de abril por Correos-, sino que la Policía Nacional le ha detenido acusado de los delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos, según informó ayer la Comisaría Provincial.

Las pesquisas no han permitido constatar que el detenido actuara con ánimo de lucro al llevarse la correspondencia al trastero de su propiedad, aunque había cartas abiertas y alguna contenía cheques bancarios.

La presunta sustracción del correo se cometió en Ibi, Alcoy, Muro de Alcoy, Alicante, Cocentaina y Onteniente.

El ahora arrestado en su domicilio de Alcoy trabajaba en la oficina de Correos de la localidad valenciana de Onteniente, hasta que fue despedido tras descubrir presuntas irregularidades en el servicio que realizaba. En ese momento no se sabía el tesoro de cartas que acumulaba en un trastero desde hacía una década, pero el secreto se supo con posterioridad y la Policía Judicial de la Comisaría de Alcoy puso en marcha las pesquisas tras tener conocimiento por una información ciudadana de que una persona tenía gran cantidad de correspondencia almacenada en un trastero de su propiedad.

Los agentes de Alcoy identificaron al titular del trastero y comprobaron que se trataba de un extrabajador de Correos que había sido despedido.

La Policía recuperó la correspondencia no repartida por el cartero y contabilizó más de 3.200 cartas sin repartir, entre las que figuran cerca de un millar procedentes de la Generalitat Valenciana, 162 avisos certificados, notificaciones judiciales, permisos de circulación de la Dirección General de Tráfico y talonarios de recetas.

También acumulaba correspondencia de Sanidad, Trabajo y otros ministerios, de diferentes ayuntamientos, recibos de empresas energéticas, aseguradoras, bancos, tarjetas censales, propaganda electoral, cartas particulares, publicidad y sobres de otra índole.

Los agentes de la Policía Judicial de Alcoy analizaron la correspondencia que no había repartido y comprobaron que acumuló cartas desde 2004 hasta finales de 2014, cuando fue separado del servicio por Correos al detectar irregularidades en el servicio de reparto y entrega. Unos meses más tarde, el pasado abril, fue expulsado de Correos tras comprobar la veracidad de los hechos, según fuentes policiales.