No se sabe si los consumidores que lo han usado han notado algún perjuicio en su cabello, pero ahora tendrán que dejar de lavarse el pelo con ese producto porque la Policía Nacional ha desarticulado una red que tenía capacidad de fabricar unos 200.000 botes de champú falsificado de una conocida marca y ha detenido a siete personas en Málaga, Cádiz y Alicante. En la operación se han intervenido 120.000 botes de champú falsificado, gran parte de ellos en los tres registros realizados en la provincia de Alicante, uno en Agost y otros dos en los polígonos alicantinos de Garachico y Agua Amarga. Dos de las siete detenciones se realizaron en Alicante y Agost, según fuentes policiales.

La red desarticulada contaba con una gran infraestructura donde además de preparar el champú falso, lo envasaban, etiquetaban y comercializaban a través de un mayorista, lo que generaba unas ganancias millonarias, según la Policía. El laboratorio donde fabricaban el producto y la nave donde lo almacenaban presentaba unas escasas condiciones de higiene y salubridad.

Los botes falsificados eran vendidos a través de un mayorista que lo hacía llegar a pequeños comerciantes a través de intermediario, aunque también trataban de exportarlos a otros países de Europa, Asia y África.

Las investigaciones se iniciaron en abril de este año cuando la Policía recibió información sobre varios miembros de un grupo criminal que operaba en la Costa del Sol. Los agentes localizaron a los sospechosos en Marbella y comprobaron que disponían de una cadena de producción montada de forma clandestina en una nave de su propiedad. Allí falsificaban el champú de una conocida marca y su aspecto externo era prácticamente idéntico al producto original.

Para elaborar el champú la organización tenía entre sus miembros a un experto químico al que conocían con el apodo de «el profesor» y que era encargado de confeccionar la fórmula.

El nivel de producción de esta organización eran tan alto que tuvieron que hacerse con un almacén solo para guardar todo el excedente de botes que fabricaba.

La Policía asegura que la red tenía vías de exportación abiertas hacia países de Europa, Asia y África. Los agentes han podido detectar durante la investigación varios transporte por carretera de diferentes empresas de logística, además de incautar un envío de mercancía a Alemania.

Una vez se pudo identificar a todos los implicados la Policía detuvo a siete personas, entre ellas los dos cabecillas de la red, el especialista químico, tres encargados del montaje y un responsable de la distribución. De los siete detenidos seis han ingresado en prisión y a todos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, contra la propiedad industrial y blanqueo de capitales.

Además de las detenciones la Policía realizó tres registros domiciliarios en Alicante y Agost y otros ocho en las provincias de Málaga y Cádiz. Dichas inspecciones permitieron intervenir 120.000 botes de champú falsificado, maquinaria industrial y productos químicos para elaborar el producto, miles de etiquetas y cinco vehículos de alta gama.

La Policía informó ayer de que los miembros de esta red eran un objetivo de la Oficina Antifraude Europea (OLAF), que estaba preocupada por el enorme volumen de ganancias que esta actividad fraudulenta generaba a la organización criminal y por el hecho de que la trama no hubiera podido ser desarticulada hasta ahora pese a detenciones anteriores.

En la operación han participado grupos de la Comisaría General de Policía Judicial, agentes de Delincuencia Especializada de Alicante y Cádiz, UDYCO de Torremolinos, Policía Judicial de Barcelona, Agencia Tributaria de Málaga y la Oficina Antifraude Europea.