A diferencia de otras estaciones como la de Atocha, con un visible despliegue policial, lo que puede apreciar cualquier usuario del tren en Alicante es que no hay una presencia permanente de agentes uniformados en la terminal, algo que puede ser disuasorio en estos momentos de alerta antiterrorista. Patrullas uniformadas y agentes de paisano realizan controles aleatorios en la estación. Un problema añadido para la seguridad estática en la terminal alicantina es que es muy habitual que autoridades se desplacen en el AVE a Alicante los fines de semana, lo que provoca que haya menos agentes entre semana porque se compensa con libranzas a los agentes que tienen que prestar el servicio de seguridad los sábados y domingos. P. C./M. G.
