La Audiencia de Alicante juzgó ayer a una mujer acusada de haberse enfrentado a los agentes municipales que iban a llevarse el coche de ésta con la grúa en Mutxalmel. Una de las policías está a su vez acusada de haber golpeado a la conductora en el retén policial. La mujer la acusa de torturas y delitos contra la integridad moral, mientras que para la fiscal la actuación de la funcionaria inicialmente es una falta de lesiones, por la que reclamaba una multa de 240 euros, pero tras el juicio retiró la acusación contra ésta.

Los hechos sucedieron el 9 de marzo de 2009, cuando la conductora dejó aparcado su coche en el vado de un garaje para hacer gestiones en el banco. Al regresar, la mujer se encaró con el policía que le había sancionado e intentó arrancar el vehículo, que iba a ser remolcado por una grúa, para marcharse. El agente trató de impedírselo y ella supuestamente se revolvió y le agredió, por lo que acabó esposada.

La fiscalía ha solicitado para la conductora una pena de un año de prisión por el delito de resistencia, mientras que retiró por falta de pruebas la falta de lesiones que atribuía a la otra encausada, la agente municipal que custodió a la sospechosa en dependencias policiales. La defensa de la conductora, que ejerce a su vez la acusación particular contra la funcionaria, reclamó al tribunal que imponga a la funcionaria dos años de cárcel y tres de inhabilitación profesional por un delito de torturas y contra la integridad moral y otro de lesiones.

Según esta parte, la uniformada insultó, golpeó reiteradamente y se burló de su clienta mientras se encontraba esposada en la estancia para detenidos de la Policía Local de Mutxamel. La agente sostiene que sólo trató de calmarla porque estaba muy alterada y que jamás la golpeó.

Al inicio del juicio, los magistrados han visionado varios vídeos grabados por los agentes que muestran a la conductora fuera de sí, muy alterada, mientras lanza varias patadas dentro del coche patrulla que la trasladaba a los calabozos.