Diez acusados han aceptado hoy penas que suman 33 años, 8 meses y 15 días de cárcel tras confesar en un juicio celebrado en la Audiencia de Alicante que introdujeron un alijo de 2,5 toneladas de hachís en el puerto del Grao de Castellón en noviembre de 2009, según han informado fuentes jurídicas.

Los procesados se han declarado autores de los respectivos delitos contra la salud pública después de que sus defensas alcanzasen un acuerdo con la Fiscalía y esta parte rebajase sus solicitudes provisionales de condena.

La investigación contra esta red de narcotráfico se inició a finales de 2008 por el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de las Islas Baleares de la Guardia Civil y fue dirigida por un juez de Dénia y se centró en un primer momento en un sospechoso de nacionalidad polaca.

Según la fiscalía, este individuo alquiló por estas fechas una embarcación recreativa con la que se desplazó a Marruecos para importar hachís, y luego la devolvió con desperfectos en su casco y restos de olores de hachís.

Un año más tarde, repitió la operación y alquiló otra embarcación con la misma finalidad en colaboración con otros dos compatriotas para importar un nuevo alijo a través de un contacto magrebí que residía en la ciudad catalana de Salou.

El 23 de noviembre de 2009, funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) observaron como el barco alquilado, el Telma I, trasvasaba en alta mar la droga a un pesquero español que navegaba alejado de las rutas habituales de pesca.

Este último barco, de nombre 'Bergantín', entró apenas unas horas más tarde en el puerto del Grao de Castellón, donde su patrón y sus tripulantes fueron detenidos por un delito contra la salud pública.

Las fuerzas de seguridad hallaron a bordo del pesquero 90 fardos de arpillera que contenían más de 2,5 toneladas de cannabis, una sustancia que en el mercado negro habría alcanzado un precio superior a los 3,5 millones de euros, según la acusación pública.

Dos de los presuntos cabecillas del grupo se encuentran huidos, mientras que el tercero, ciudadano polaco como los anteriores, ha aceptado hoy en el juicio una pena de 3 años y 9 meses de prisión.

Por su parte, el patrón del pesquero y otro organizador de la operación se han conformado con sendas penas de 3 años, 7 meses y 15 días de cárcel, y los otros siete procesados, todos ellos marineros, con 3 años y 3 meses.

Los diez acusados deberán pagar igualmente otras tantas multas por valor de 3,5 millones de euros, equivalente al valor de la droga incautada, y de no hacerlo cumplirán otros 4 meses de cárcel, de acuerdo con la conformidad que han suscrito hoy ante el tribunal.