La caída de un avión de carga ayer en la capital de Sudán del Sur, Yuba, causó la muerte de al menos 40 personas, en la segunda catástrofe aérea en menos de una semana tras la ocurrida el pasado sábado en la península egipcia del Sinaí. En el accidente de ayer un niño sobrevivió a la tragedia, según informó el ministro de Transporte, Hon Kuong Danhier Gatluak, a la agencia rusa RIA Nóvosti. El aparato, que se estrelló a apenas 800 metros del aeropuerto de Yuba, era un Antonov An-12B, de fabricación ucraniana, y no tenía autorización para volar por falta de mantenimiento, según el constructor. La filial de Cruz Roja en el país, que colabora en las labores de rescate junto a otras organizaciones como la misión de la ONU en Sudán del Sur, informó de que se habían recogido ya más de 35 cuerpos en el lugar del siniestro.