Constantina J. murió el domingo en Elche a los 42 años por insuficiencia respiratoria a causa de los numerosos golpes que presuntamente le propinó el que era su pareja, E.M., a lo largo del fin de semana; sobre todo y de forma decisiva el domingo por la mañana a base de bofetadas, puñetazos, patadas y golpes con un palo con clavos de los que el propio detenido se ha reconocido autor ante la Policía Nacional y ante el juez de Violencia Sobre la Mujer de Elche, que ayer le envió a prisión provisional a la espera de determinar si el asesinato u homicidio se juzga con un jurado popular. Al menos esa es la tesis de los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Elche y del Ministerio Fiscal, que solicitó el ingreso en prisión sin fianza para evitar el riesgo de fuga, dada la falta de arraigo del acusado (que no tiene domicilio y que vivía en la indigencia con la víctima) y dado que el hombre reconoció también haberla maltratado físicamente de forma continuada por celos.

El detenido -de nacionalidad rumana como la víctima, y de 46 años-, ha declarado que en los ocho meses que duró la relación le agredió unas ocho veces, aunque se mostró arrepentido y dijo al juez que no quería acabar con su vida. Tanto en sede policial como en el juzgado ha reconocido que discutían y que él le pegaba porque ella tenía relaciones sexuales con otros hombres o incluso que se prostituía. Por esos enfrentamientos iban cambiando de ciudad de residencia; de Almansa a Villena, Santa Pola y finalmente Elche, donde se instalaron hace una semana escasa en una casa abandonada en la carretera de Arenales, un chalé prácticamente en ruinas donde se habían «colado» apenas tres días antes del crimen. El sábado volvieron a discutir, él la golpeó, ella se marchó de la casa y volvió de madrugada. El domingo por la mañana el propio acusado volvió a pegarle, siempre según la secuencia de hechos que él mismo ha admitido asistido por un letrado de oficio y un intérprete. Después de esa paliza la dejó inconsciente y para cuando se dio cuenta ella ni respiraba ni tenía pulso. Fue entonces cuando salió a la carretera, paró con gestos a un coche y pidió al conductor que llamara a emergencias.

Nada pudieron hacer los sanitarios que intentaron reanimarla, la patrulla de Policía Local que llegó en un primer instante ni la Policía Nacional. La inspección forense determinó desde el primer examen que la mujer había muerto a consecuencia de politraumatismos. Fue el Juzgado de Instrucción 4 de Elche en funciones de guardia el que autorizó el levantamiento del cadáver. El hombre, que se reconoció autor de todas las lesiones, fue detenido por asesinato y por malos tratos e interrogado en Comisaría, donde permaneció hasta que fue puesto a disposición judicial ayer y finalmente enviado a prisión a la espera de juicio.

Las manifestaciones de repulsa volvieron a sucederse ayer. El Consell guardó tres minutos de silencio y la consellera de Igualdad, Mónica Oltra, exigió que acabar con la violencia de género sea una «prioridad política».