A falta de pruebas directas sobre el crimen de Asunta, el caso se ha articulado en torno a los indicios existentes, varias contradicciones de los acusados, periciales no concluyentes o la sedación continuada de la niña y la asfixia por la que la autopsia dice que falleció. Uno de los aspectos más relevantes ES el análisis toxicológico que encontró trazas de dos benzodiacepinas en el cabello, lo que implica que Asunta consumió reiteradamente estas sustancias los tres a cuatro meses antes. E. PRESS