¿Una lesión accidental en el fragor del partido o una agresión intencionada en un momento de tensión? Un juzgado de Alicante va a tener que decidir si condena a prisión a un jugador de fútbol por la lesión que sufrió otro durante un partido disputado en Elda. Como consecuencia del golpe, la víctima sufrió una desviación del tabique nasal y el árbitro tuvo que parar el encuentro a pesar de que el equipo en el que jugaba el presunto agresor era el que iba ganando. Todas las partes tienen un relato totalmente contradictorio de los hechos. Mientras que el fiscal y la acusación particular sostienen que se trató de un golpe intencionado, el acusado asegura que la lesión se produjo en un choque accidental entre los dos jugadores en el momento en que saltaban hacia el balón al sacar una falta.

El problema de la violencia en el deporte sacude a la sociedad frecuentemente y este fin de semana hemos tenido el caso de la patada del italiano Valentino Rossi a Marc Márquez durante una carrera de motociclismo. En el caso del fútbol, uno de los últimos episodios fue el del mordico de Luis Suárez a Giorgio Chiellini durante el partido Italia-Uruguay en el pasado Mundial de Futbol de Brasil. El episodio ahora juzgado fue una competición de dimensiones más modestas, ya que era un campeonato futbolístico de Elda. El árbitro del partido ni siquiera llegó a ver cómo se produjo la agresión, ya que estaba controlando el saque de la falta y cuando miró el agredido se encontraba en el suelo con la nariz sangrando, según refleja el acta arbitral. No obstante, el incidente le pareció lo suficientemente grave al colegiado cono para suspender el partido.

Según el escrito de la acusación particular, el partido se disputada en el campo de fútbol La Sismat de Elda una tarde del 6 de abril de 2014 y en él se enfrentaban los equipos Tapería Real y Nothingan Prisa, formación que en ese momento estaba ganando el encuentro por dos goles a uno. La presunta agresión se produjo en el minuto 32 de la segunda parte. El escrito de la acusación particular sostiene que el acusado, que jugaba en el equipo que iba ganando el encuentro, «de forma sorpresiva» propinó un «fuerte cabezazo» a la víctima que le causó una desviación del tabique nasal. Las lesiones tuvieron al jugador agredido 36 días para realizar sus tareas habituales, así como también le causaron un ligero perjuicio estético.

Por su parte, el fiscal señala en su escrito de conclusiones provisionales que la supuesta agresión consistió en un puñetazo en la cara. El ministerio público reclama al acusado una pena de nueve meses de cárcel, así como que pague a la víctima indemnizaciones que suman 8.880 euros por las lesiones y sus secuelas. Por su parte, la acusación particular reclama tres años de cárcel y cerca de 12.000 euros de indemnización. Las dos acusaciones sostienen que la agresión se produjo en un momento en el que el balón no se encontraba en juego, hecho que para ellos descartaría la tesis del golpe accidental en el fragor del partido.

El escrito de la defensa del jugador imputado argumenta que la colisión se produjo durante el saque de una falta, el acusado «defendiendo la jugada, al mismo tiempo que el denunciante atacando». La defensa sostiene que en ese momento ambos chocaron al realizar el salto para disputarse el balón el juego, por lo que considera que lo ocurrido no fue intencionado sino involuntario. Por lo que entiende que no hay delito y procede la libre absolución del acusado.

El caso ha entrado en un juzgado de lo Penal de Alicante, pero que no podrá celebrar el juicio por lo menos hasta el año 2017, tres años después de los hechos, debido a la saturación judicial.