cientos de personas se concentraron ayer en Pontesampaio ante la vivienda en la que residía la C. R. P., que murió la madrugada del sábado tras ser acuchillada presuntamente por su expareja, J. A. L. B. Los asistentes mostraron su repulsa contra la violencia machista y clamaron «justicia». El detenido pasó ayer a disposición judicial y tras prestar declaración, el juez decretó prisión comunicada y sin fianza. Por su parte, la Junta de Andalucía también mostró ayer su repulsa por la muerte de una mujer finlandesa en Fuengirola el sábado a manos de su marido.