La Policía Nacional ha detenido a 81 personas en 28 provincias españolas por intercambiar, a través de internet, vídeos y fotografías sexuales protagonizadas por menores de edad en la que supone la mayor macrooperación del año contra la pornografía infantil desplegada en todo el país.

Seis de las detenciones se han efectuado en Alicante, otras seis en Valencia y el resto en Madrid (14); Barcelona (11); Sevilla (5); Islas Baleares (4); Pontevedra (4); Cádiz (3); Gerona (2); Albacete, Valladolid, Huelva, Jaén, Málaga, Navarra y Las Palmas (2 en cada una de ellas); y Guipúzcoa, Vizcaya, Zamora, Tenerife, A Coruña, Cantabria, Tarragona, Lleida, Almería, Murcia, Asturias y Zaragoza con un arrestado en cada una. Entre los apresados -todos varones- hay dos menores de edad y dos personas con discapacidad intelectual.

Algunos de los detenidos usaban palabras clave para buscar imágenes de menores abusados. Uno de los oficiales de la Policía Nacional de la Unidad de Investigación Tecnológica que ha llevado el caso explicó ayer que «hay casados con hijos, soleteros, menores de edad. En la pederastia no hay un perfil fijo, son de todos los niveles socioeconómicos». «Hemos visto auténticos dramas en algunas casas, madres con hijos preocupadas por si su marido había hecho algo a sus niños», explicó el agente, que aclaró que, en principio, no hay indicios de que estos arrestados abusaran de niños. Todos ellos sólo tienen una cosa en común: en sus ordenadores se encontraron vídeos y fotografías que mostraban menores abusados, en algunos casos hasta bebés maniatados, unas imágenes que la Policía ha calificado de «brutales» y rallando el «sadismo». Según el oficial, la gran mayoría de las víctimas menores no son españolas y las que sí lo son ya están identificadas. Se trata de imágenes que circulan por la red de niños de países donde el control sobre este tipo de actividades es nulo o muy bajo, especialmente de Sudamérica, sudeste asiático (como Tailandia o Camboya, donde prolifera el turismo sexual) o Rusia.

Las investigaciones se iniciaron como consecuencia del «ciberpatrullaje» desarrollado por la Policía Nacional. Agentes especializados en investigación tecnológica vigilan continuamente diversos canales de intercambio de archivos como las redes «peer to peer», medios usados para distribuir y descargar material pedófilo en la red. Tras cerca de un año de pesquisas, los investigadores lograron identificar a decenas de usuarios que compartían fotografías y vídeos sexuales protagonizados por menores, imágenes que la Policía Nacional ha calificado de dureza extrema que llegan a encuadrarse en el sadismo o bestialismo.

Cerca de 300 agentes

Casi 300 agentes han intervenido en este macro operativo que ha incluido 80 registros domiciliarios, entre marzo y octubre, en los que los investigadores han analizado los equipos informáticos utilizados presuntamente para cometer los delitos e incautado 96 discos duros, 58 ordenadores, 68 pendrives, cuatro tabletas, 195 CD's y DVD's, 18 teléfonos móviles, 25 tarjetas de memoria, una consola, un MP4, una videocámara y dos cámaras fotográficas. Además en el registro de una vivienda de uno de los menores, los agentes hallaron una plantación de marihuana motivo por el cual también ha sido detenido el padre del menor por un delito contra la salud pública.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica y de Brigadas de Policía Judicial de provincias y localidades de toda España. Los agentes siguen analizando el material intervenido para determinar la posible existencia de delitos de producción de material pedófilo, abusos sexuales sobre menores o la conexión con otros pederastas.