Las gélidas pero dramáticas estadísticas valencianas sobre la violencia de género arrojan cifras sobrecogedoras sobre una de las enfermedades más terribles que sufre nuestra sociedad. Si se analiza la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género del Instituto Nacional de Estadística en los últimos 4 años registrados, de 2014 a 2011, se obtiene una primera cifra inquietante: una media de 4.000 valencianos y valencianas son víctimas de la violencia de género cada año. Por tanto, viven bajo protección policial (OP), o cuanto menos, con el escudo judicial que les proporcionan las medidas cautelares (MC) dictadas por los tribunales como las órdenes de alejamiento impuestas a sus potenciales agresores o la obligación de no comunicarse con ellas. Además, si se analiza la secuencia histórica referida, en los últimos dos años, el número de víctimas se ha situado un poco por debajo de los 4.000, 3.940 víctimas con OP o MC en 2014; y 3.857, en 2013. La tendencia -valga la expresión- es positiva si se tiene en cuenta que en 2012, se registraron 4.172 casos denunciados, y en 2011, 4.438. La parte menos dolorosa de esta lacra social es que en cuatro años se han producido 498 denuncias menos, lo que significa un descenso del 11,2 %.
Con todo, si se toman otras fuentes oficiales como referencia, las conclusiones que se obtienen son aún más desoladoras: la Comunidad Valenciana está por encima de la media nacional en violencia machista; es la cuarta más violenta para la mujer de España; y la provincia de Valencia, la tercera con más delitos contra la mujer.
Según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, la Comunidad Valenciana, en el primer trimestre de 2015, registró 3.996 denuncias, de las que 3.793 fueron presentadas por mujeres. Eso eleva la tasa de violencia de género por cada 10.000 féminas al 15,5%, muy por encima de la preocupante media nacional, que se sitúa en el 13,21%. En esta siniestra clasificación sólo Andalucía (6.877), Madrid (4.284) y Cataluña (4.211) superan a la Comunidad. Ahora bien, como se verá a continuación, el factor demográfico no es definitivo, para que haya un mayor o menor grado de violencia.
Por ejemplo, el portal del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sitúa a la provincia de Valencia como la tercera de España, con 2.122 delitos sexistas computados en el primer trimestre de este año. Sólo la superarían Madrid, 4.409; y Barcelona, 4.031. En esa línea, Alicante, con 1.621 delitos ingresados es la quinta provincia más peligrosa contra la población femenina sólo superada por Sevilla y las cuatro citadas antes.
En cuanto a la tasa por cada 10.000 mujeres víctimas de la violencia machista, la Comunidad Valenciana es la quinta de toda España con un 15,5%. Sólo la superan en este estremecedor ránquing: Baleares (20,18%), Murcia (19,13%), Canarias (16,21%) y Andalucía (15,65%). De hecho, en este cuadro estadístico del CGPJ, Madrid y Cataluña, mucho más poblados que el territorio autonómico, quedarían por debajo de la muestra valenciana. Y en cambio, menos poblados como Baleares, Murcia y Canarias, la superan.
Radiografía de un horror
El análisis de la memoria del primer trimestre de 2015 del CGPJ acerca a las fuerzas del orden, a los responsables de los servicios sociales y a las autoridades judiciales y políticas a la tipología delictiva por motivos sexistas. Así al menos un 78% de los delitos contra la mujer corresponden a lesiones. No menos escalofriante resulta que un 9,2%, se refiere a secuestros, detenciones ilegales, amenazas y coacciones. En este último caso, al entorno familiar más cercano de la víctima.
En los juicios de faltas, se computan otra clase de agresiones, al honor y a la moralidad, incluso de tipo psicológico, como las vejaciones que suman el 45% y las injurias, el 46%; de los ataques contabilizados y juzgados.
