Jugaban al fondo de un bar de Calp presumiblemente con la intención de pasar más desapercibidos o también para estar más tranquilos, pero en cualquier caso las partidas ilegales de póquer con apuestas de dinero fueron descubiertas y la Policía Autonómica desmanteló el local clandestino de juego interviniendo 4.345 euros. En el momento de la inspección había once jugadores, un empleado del negocio y el dueño del bar, que ha sido identificado para la incoación de un expediente administrativo sancionador que tramitará la Dirección General del Juego de la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas.
La intervención de la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunidad Valenciana forma parte de las actuaciones que realizan contra el juego ilegal en la provincia de Alicante. En el caso del local de juego de póquer de Calp se trataba de un bar y gracias a la colaboración ciudadana la Policía Autonómica tuvo conocimiento de que en un establecimiento de la calle Formentera se podían estar celebrando de forma fraudulenta partidas de póquer en las que los jugadores apostaban con fichas que previamente habían comprado con dinero.
El grupo de Espectáculos y Juego de la Policía de la Generalitat de Alicante estableció un servicio para sorprender «in fraganti» a los implicados y el pasado jueves por la noche detectaron que en el bar había dos mesas al fondo donde se celebraban sendas partidas ilegales. En una mesa había seis jugadores y en la otra cinco. Sobre la mesa tenían las fichas de diferentes colores y tipos.
Las fichas eran adquiridas previamente por los jugadores a cambio de dinero en efectivo y cada una tenía un valor determinado. La Policía de la Generalitat considera que el dueño del bar era la persona encargada de realizar los cambios y el depositario de las fichas y el dinero que había en juego. El sistema utilizado era similar a un casino autorizado de juego, de tal forma que una vez concluida la partida los jugadores intercambiaban las fichas por dinero en efectivo antes de marcharse del bar.
Los agentes identificaron a los 11 jugadores, al dueño del bar y a un empleado. Además intervinieron 4.345 euros en efectivo y tres maletines que contenían cerca de medio millar de fichas de diferentes colores y varias barajas.
Este tipo de partidas están consideradas como falta muy grave en la ley del juego en la Comunidad.
