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El violador de los garajes aduce para eludir su séptima acusación que estaba en su pueblo

El acusado se niega a declarar y sólo responde a las preguntas de su abogada

El violador de los garajes aduce para eludir su séptima acusación que estaba en su pueblo

El violador de los garajes adujo ayer que estaba en las fiestas de su pueblo para evitar un séptimo proceso por otra agresión sexual supuestamente cometida en el verano de 2012. El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia de Alicante, donde la Fiscalía mantuvo su petición para que se le condenara a otros trece años de cárcel más por estos hechos. La agresión sexual se habría cometido en un garaje de Alicante cuando la víctima llegó a dejar su moto de madrugada. El presunto agresor a cara descubierta y colocándole un cuchillo en el cuello le obligó a hacerle una felación y después la violó analmente, según denunció la víctima aunque ésta fue a la Policía un año después.

Francisco José Jiménez Cámara ha sido condenado ya por cinco agresiones sexuales a mujeres en garajes de Alicante y San Vicente, tres de ellas confirmadas por el Tribunal Supremo. En un sexto caso fue absuelto por falta de pruebas.

Como en procesos anteriores, el reo se acogió a su derecho a no declarar y sólo aceptó las preguntas de su abogada defensora. En dicho interrogatorio, el acusado señaló que no pudo haber cometido la violación que le imputaban porque en los primeros días de agosto de 2012 se encontraba fuera de la provincia disfrutando de las fiestas de su pueblo.

Sin embargo, la víctima atribuyó a un error la fecha en la que tuvo lugar la agresión y que en realidad fue durante la primera quincena de julio. La víctima explicó que en un primer lugar no quiso denunciar, sin embargo, el traumático episodio empezó a tener secuelas en otros trastornos de la personalidad que padecía y los psiquiatras que la atendían la emplazaron a que presentara la denuncia. La mujer dijo que cuando denunció los hechos no llegó a concretar la fecha exacta, pero que ahora tenía muy claro que se produjo durante la primera quincena del mes de julio porque fue antes de que le dieran las vacaciones.

La abogada planteó que este cambio de versión suponía un varapalo para su estrategia de defensa, que estaba basada en la presencia del acusado en las fiestas y reclamó la suspensión del juicio para poder plantear otro enfoque. La petición no se admitió y el juicio se reanudó y ayer quedó visto para sentencia. Desde la Fiscalía se incidió en que ni siquiera se había presentado ni un solo testigo que pudiera acreditar la supuesta presencia del acusado en las fiestas de su pueblo. También el fiscal señaló que el relato de la víctima era idéntico al de los otros casos y que ella le reconoció después en las fotografías que le mostraron en la Comisaría. Los peritos mantuvieron que la mujer padecía de un trastorno de estrés postraumático a consecuencia de la violación. Desde la defensa se incidió en que la denuncia se interpuso después de la detención del acusado y que pudo haberlo leído en la prensa e impugnó los reconocimientos fotográficos.

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