La Policía Nacional de Alicante recibió ayer en el Castillo de Santa Bárbara el reconocimiento por su dedicación y eficacia durante los actos para festejar a sus patronos, los Santos Ángeles Custodios. Los agradecimientos a los agentes llegaron de boca tanto del comisario jefe provincial, José Javier Cuasante, como del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, y del subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez.

Echávarri y Martínez resaltaron la vocación de servicio de la Policía Nacional. El comisario jefe provincial y el subdelegado destacaron los buenos resultados en la lucha para mejorar la seguridad de los ciudadanos. Así, indicaron que desde 2008 se han reducido las infracciones penales un 30% y durante el primer semestre de 2015 la tendencia también es descendente y los delitos y faltas han diminuido 4,5 puntos. También resaltó Cuasante la elevada tasa de esclarecimiento de hechos delictivos.

El alcalde, que acudía por vez primera a este acto, se comprometió a trabajar de forma conjunta entre los diferentes cuerpos policiales para que la eficacia y calidad sea una seña de identidad de Alicante. «Los vecinos no entienden de competencias», indicó Echávarri.

Los protagonistas de los actos de la Policía fueron ayer la treintena de personas que recibieron una condecoración o diploma de manos de las autoridades. Así, trece policías nacionales de Alicante recibieron la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco, distinción que también se entregó a otras seis personas ajenas al Cuerpo. En concreto recibieron esta distinción el fiscal jefe de Alicante, Jorge Rabasa; la juez decana de Elche, María José Boix; el comandante de la Guardia Civil Francisco Poyato; el jefe de Cardiología del Hospital General de Alicante, Francisco Sogorb; el jefe de la Policía Local de Benidorm, Juan Fuertes; y el excoordinador de Protección Civil de Alicante entre 2011 y 2015, Juan Luis Pérez.

Héroe anónimo

También se entregaron diplomas para agradecer la colaboración con la Policía de 17 personas, entre ellas la que fuera responsable de Protocolo del Ayuntamiento de Alicante, Macarena Huesca; el secretario judicial José Gabriel Marín y el fiscal Guillermo Álvarez, vigilantes de seguridad y ciudadanos anónimos, como un vecino de Alicante que el pasado mes de julio se interpuso entre un hombre y una mujer a la que estaba propinando una brutal paliza en la calle General Aldave.

Este héroe, José Pedro Ferrández, explicó ayer que «si no intervengo la mata; estaba como loco y no pensé en mi integridad». Sorprendió al hombre, que iba desnudo, cuando la arrastraba del pelo y le golpeaba la cabeza contra una furgoneta. Se interpuso con un casco de moto para defenderse, también le amenazó y ella «se refugió detrás mía». Tras ser detenido aún rompió el cristal de un vehículo policial.