La Audiencia ha rechazado la vista que había solicitado la Fiscalía para visionar el vídeo en el que se grabó el registro de las oficinas de Enrique Ortiz el día que estalló el caso Brugal y en el que se halló un revólver sin licencia dentro de la caja fuerte. Ortiz y otros acusados fueron absueltos en el juicio tras alegar que no sabían que el arma estaba allí. Uno de los empleados asumió que el arma era suya procedente de una herencia familiar y que la olvidó allí cuando pasó a trabajar para otra empresa. El juez declaró los hechos prescritos para este acusado. La Fiscalía había pedido el visionado del vídeo para que la sala viera cuál era la disposición del revólver cuando los agentes abrieron la caja y comprobara si los acusados podían saber o no si estaba allí. La jurisprudencia del Supremo exige que para revocar una sentencia absolutoria y condenar es necesario practicar alguna prueba nueva que lo justifique. La Audiencia dice que esta prueba su pudo haber hecho en el juicio y no se practicó. J. A. M.