Un joven aceptó ayer una pena de ocho meses de prisión por haber golpeado a su padre con un hacha en el cuello en el domicilio familiar en Alicante. El fiscal le acusaba de un delito de lesiones porque los hachazos no afectaron a ningún conducto sanguíneo principal. El joven, que estaba representado por el abogado Roberto Sánchez, padece una esquizofrenia, por lo que se considera que tenía reducidas sus facultades mentales aunque no estaban del todo mermadas. El juicio se cerró ayer con una conformidad en un juzgado de lo Penal de Alicamte. Los hechos ocurrieron el 16 de febrero de este año cuando el joven se puso agresivo porque no le daban dinero para poder irse de marcha un sábado por la noche y acabó cogiendo un hacha de cocina con la que agredió al padre. El fiscal ha pedido también tres años de libertad vigilada para que se controle que el acusado sigue con el tratamiento.