La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se ha reunido con el responsable de la Agencia Valenciana de Igualdad, Alberto Ibáñez, para tratar las «necesidades y carencias» que padecen estos profesionales en materia de atención, prevención, seguimiento y valoración de casos de violencia machista.

Según informó ayer la AUGC en un comunicado, los guardias civiles presentan problemas de falta de especialización, material, personal y locales, y solo pueden valorar los riesgos de las víctimas por teléfono.

Además, la AUGC denuncia la «imposibilidad» de que un solo agente lleve 70 casos de violencia de género «sin ningún tipo de vehículo ni material adecuado», y le trasladó a Ibáñez el «impresentable protocolo» de acoso laboral y sexual en vigor para los agentes de la Guardia Civil.

Los representantes de AUGC informaron también de la necesidad de crear una figura imparcial para resolver conflictos, así como la conveniencia de aumentar la presencia de mujeres entre los agentes.

Asimismo, la asociación ha denunciado que durante la última legislatura han sido «ninguneados, expedientados por opinar y encarcelados por simples faltas administrativas», y que se ha hecho «caso omiso» a sus solicitudes de diálogo.

Por ello, la AUGC ha celebrado que, aunque les ha «costado llegar a la Generalitat», sus responsables políticos saben «mejor que nunca» que detrás «de los flamantes desfiles militares que nada aportan a la eficacia policial» y que disminuyen el personal se encuentra «la cara oculta de la Guardia Civil».

En la reunión, en la que estuvo presente la directora del Instituto Valenciano de las Mujeres y por la Igualdad de Género, Anaïs Menguzzato, se preguntó también a los representantes de la AUGC por las necesidades de la Guardia Civil para prestar un servicio a los ciudadanos «como es la prevención de la violencia de género y la atención a las víctimas».