El acusado de matar a dos personas vecinas de Llodio (Álava), padre e hija, en la playa Salvé de Laredo, en agosto de 2014, aseguró ayer en el juicio que no se siente responsable de los hechos porque no recuerda haberlos cometido y, por ello, cree que no lo hizo con «voluntad». «No soy consciente de haber cometido los hechos, ni yo mismo doy crédito. Por ello, pido perdón a la familia y a las victimas, que eran inocentes. Lo siento mucho, lo siento en el alma, porque ese día salí de casa, pero ni por asomo para hacer eso». Asegura que sólo recuerda que estaba «colocadillo» y a «un oso blanco corriendo por la playa».