La crisis ha provocado que muchas empresas no acepten pagos aplazados pero aún hay artistas del engaño que saben ganarse la confianza de sus víctimas. Eso ha ocurrido con 29 empresas de varias provincias que han sido estafadas presuntamente por los dos responsables de una sociedad con sede en Alicante que compró jamones y embutidos por valor de más de 147.000 euros. Las empresas han sido víctimas del conocido timo del nazareno, mediante el cual los estafadores pagan los primeros plazos y desaparecen tras hacer pedidos más importantes y vender los productos alimentarios a precios asequibles. Los dos presuntos autores de esta vieja modalidad de estafa han sido detenidos por la Policía Nacional en Vélez Rubio (Almería) y Puerto Lumbreras (Murcia).

La investigación realizada por agentes del grupo de Delincuencia Económica (UDEF) de la Brigada Provincial de Policía Judicial se inició a principios del pasado mayo tras la denuncia presentada por el gerente de una empresa de Elche que aseguraba haber sido víctima de una estafa.

El fraude a esta empresa de Elche superaba los 6.000 euros y mientras se realizaban pesquisas para localizar a los autores la Policía Nacional recibió otra denuncia de una empresa ubicada en Sevilla que había sido víctima de otro fraude por valor de 9.000 euros en la venta de jamones y embutidos. El empresario de Sevilla declaró que los productos fueron enviados a la misma dirección de Alicante que la empresa de Elche, lo que permitió a los investigadores relacionar ambas estafas.

Los arrestados dirigían una sociedad en Alicante que aparentemente se dedicaba a la distribución y almacenaje de productos alimenticios. Disponían de una oficina en el Centro de Negocios y un almacén en el barrio de La Florida y pese a la apariencia legal los vendedores de jamones fueron engañados por «chorizos» de primera categoría, ya que en total el número de empresas estafadas se eleva a 29 firmas de varias provincias que suministraron productos alimentarios a los arrestados y se quedaron sin cobrar más de 147.000 euros.

Una vez recibieron los jamones y embutidos los vendieron a precios baratos y se marcharon de Alicante, pero la Policía logró identificarlos y apresarlos en Vélez Rubio y Puerto Lumbreras.

Según la Policía, en el timo del nazareno se utiliza como mecánica fraudulenta la creación aparente, y en muchos casos real, de un negocio para realizar bajo su cobertura mercantil una serie de pedidos, algunos de gran valor económico, y no pagarlos luego.

Estos fraudes se han caracterizado por el fingimiento de titularidad de una empresa solvente que actúa adquiriendo de los proveedores diversas mercancías que se pagan a plazos mediante la aceptación de letras de cambio o la entrega de cheques de cuenta corriente, siempre con la intención de no atender estos pagos aplazados. Los productos son vendidos rápidamente a precios muy asequibles, lo que permite obtener dinero de inmediato.