Una discusión banal parece ser el desencadenante del doble crimen de la pareja británica cuyos cadáveres fueron descubiertos en su chalet de Xaló con sendos disparos. El asesino confeso de Peter David Tarsey y su esposa, Jean Ellen, de 76 años, ha declarado tras su detención por la Guardia Civil que mantuvo una discusión con el exdeportista olímpico y que le insultó, según informaron fuentes cercanas al caso.

Primero acabó con la vida de Peter David de un disparo en la nuca y a continuación, aunque no tenía nada contra ella, le disparó en la cara a la mujer porque era la única testigo de los hechos, según informó ayer la Comandancia.

Como ya publicó este diario, la pistola usada en el doble crimen fue intervenida al detenido, a quien se le incautó también un arma de fogueo.

El arrestado llevaba una vida bohemia, lo que no impidió que tras su arresto solicitara a la Guardia Civil que le recogiera su traje para comparecer bien vestido en el juzgado.

Los cadáveres de Peter David y Jean Ellen aparecieron sentados en el sofá del salón de su chalet de Xaló y fueron descubiertos el pasado 29 de marzo por un amigo de la familia extrañado por su ausencia.

La inspección ocular realizada por la Guardia Civil en el interior de la vivienda desveló que faltaba varios efectos, entre ellos un televisor, de ahí que inicialmente se barajase la hipótesis del robo y los investigadores centrasen sus pesquisas en los delincuentes que operan por esta zona de la Marina Alta.

El tiempo fue pasando y al ver la Guardia Civil que esta línea de investigación no conducía a ningún objetivo se orientaron las pesquisas hacia personas próximas a las víctimas. Las puertas y ventanas no estaban forzadas, el ordenador apareció en la piscina y tras intensas pesquisas se determinó que el autor material podría ser una persona conocida de las víctimas.

Relación de amistad

Las sospechas se centraron en un hombre de 63 años y nacionalidad marroquí que había realizado trabajos domésticos en la vivienda del matrimonio y mantenía con ellos una relación de amistad. El titular del juzgado de Instrucción número 3 de Dénia, Javier Reyes, autorizó el registro de la vivienda del sospechoso, una caravana instalada en una parcela que le había cedido su dueño en el municipio de Xaló.

En el interior de su domicilio la Guardia Civil intervino las dos armas cortas -la de fogueo y la usada en el asesinato-, dos bocachas para lanzamiento de bengalas de señalización, una funda de pistola y una bolsa con 185 gramos de marihuana.

La Guardia Civil destacó ayer la «complejidad de esta investigación dada la escasez de indicios y pruebas» con las que los investigadores contaban inicialmente tras descubrir los cadáveres.