El juzgado de lo Penal número cuatro de Almería ha condenado a un vecino de la capital a un año y medio de cárcel por amenazar a su mujer usando su estado de WhatsApp, en el que llegó a publicar la foto de una pistola y escribir «hay pistolas que descargadas se me disparan, jajaja... ya verás».

B.M.R. ha sido condenado a un año de prisión por un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar, así como a seis meses más por otro delito de quebrantamiento de condena, ya que anteriormente fue condenado en Alicante por dos delitos de lesiones y amenazas y tenía prohibido comunicarse con ella hasta octubre del 2017.

La sentencia recoge cómo el 9 de noviembre del 2014 el hombre, que se encontraba en trámites de divorcio, colocó en su perfil de WhatsApp una foto de la fachada de la nueva vivienda donde residía la mujer, lugar que ella había mantenido en secreto. En el estado de la aplicación escribió: «ya casi encontrado casa para mis nenes y mi chica. Pitas pitas gallinas jajaja». Asimismo ofreció detalles y referencias sobre la ubicación de la vivienda, todo esto «con ánimo de crear desasosiego» en la mujer, que «quedó asustada».

Una semana más tarde, el procesado llamó desde un fijo a la mujer, aunque ella colgó inmediatamente, por lo que cinco minutos después le dejó un mensaje de voz «con el ánimo de amedrentarla». El mensaje iba dirigido a la suegra y le decía: «Yo creo que esto está pasando de castaño oscuro. A ver si me entiendes, así que lo que vamos a hacer es firmar el divorcio de mutuo acuerdo y poner las cosas en su sitio, las cosas en su sitio como bien ya sabes, ya sabes lo que te quiero decir ¿me entiendes? Dile a esa que yo me entero de todo... así que tenga mucho cuidadito, no vaya a ser que le caiga un ladrillo o cualquier cosa pasando por debajo de una obra. Las malas personas es lo que tienen, que tienen mala suerte...», concluía el mensaje. Tras estos hechos, y con «el mismo ánimo de atemorizar", cambió la foto del perfil de WhatsApp y colocó una imagen de una pistola, a la vez que escribió en el texto del estado de la aplicación: «hay pistolas que descargadas se me disparan, jajaja... ya verás".

Al margen de la pena de prisión, al procesado se le prohíbe acercarse a la mujer a menos de 200 metros y comunicarse con ella durante tres años.