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Investigan si han matado a un vecino de Dénia tras hallar sangre en su vivienda

Residentes en el inmueble dieron la alarma por el mal olor y tras ver a dos hombres que se llevaron de la casa un sofá envuelto en sábanas y se marcharon en una furgoneta

Un agente de la Policía Científica ayer en la terraza de la casa del desaparecido. B. O.

La Policía Nacional investiga la posibilidad de que hayan asesinado a un hombre de 59 años en cuyo domicilio de Dénia han aparecido restos de sangre tras ser alertados por vecinos del inmueble. El hombre está desaparecido y los vecinos de su inmueble informaron el pasado miércoles de que dos desconocidos se llevaron un sofá de la vivienda envuelto en sábanas y dejaron en el edificio un rastro de sangre. Por ahora no se ha encontrado ningún cadáver ni se ha localizado a las dos personas sospechosas que se fueron en una furgoneta, pero lo que la Policía sí tiene claro es que en la vivienda del desaparecido se produjo un suceso violento y baraja la posibilidad de que trasladaran el cuerpo en el mencionado sofá.

Un equipo de la Policía Científica inspeccionó ayer la vivienda, situada en la calle Mallorca en Dénia, con el fin de recabar pistas para esclarecer la desaparición de este vecino.

La voz de alarma la dieron el miércoles por la tarde los vecinos del desaparecido alertados por el fuerte olor procedente del piso y después de comprobar que la escalera del edificio estaba manchada de sangre. Pocos minutos después, la Policía y un equipo de bomberos se personaron en el lugar y abrieron la puerta de la casa. Tras comprobar que no había nadie en su interior, iniciaron la investigación por un posible crimen.

Varios de los vecinos coincidieron en asegurar que dos hombres de fuerte complexión estuvieron el día anterior en la vivienda del desaparecido. Alertada por el mal olor y los ruidos, una de las vecinas bajo a preguntar por el paradero del desaparecido a los dos hombres. Según explicó a este diario, «me dijeron que eran amigos y se estaban encargando de vaciar el piso porque el propietario iba a venderlo».

Traslado del sofá

Poco tiempo después, alrededor de las 20 horas, un vecino de la finca colindante acudió el edificio para entregar una circular y se topó con los dos hombres mientras bajaban un sofá envuelto con sábanas y cinturones. Según explicó el vecino, el sofá dejó a su paso por la escalera un rastro de manchas en el suelo y la pared, que no pasaron desapercibidas y además olía mal, aunque «en ese momento pensé que era alguna especie de insecticida».

También le llamó la atención el aparente peso del mueble para el reducido tamaño que tenía. «Viendo el tamaño del sofá y el material con el que estaba hecho, no entiendo como a dos personas tan corpulentas les costase tanto maniobrar para bajarlo», dijo.

Esta persona no fue la única que se encontró con los dos desconocidos mientras se llevaban el sofá. Otro vecino de la finca, alertado por los ruidos, decidió asomarse al rellano y al comprobar que las paredes estaban manchadas les recriminó que debían limpiarlo. Según explicó, los dos individuos le contestaron -«en perfecto español»- que se encargarían de todo, pero tras salir del edificio ya no volvieron.

El desaparecido vivía solo en una vivienda que heredó de sus padres y en la que no tenía luz ni agua, según los vecinos. Además apuntaron que recibía muchas visitas de «gente sospechosa», por lo que no les sorprendió que pasaran tantos días sin verlo. Mientras la Policía Científica inspeccionaba la casa, agentes de la Policía Judicial se dedicaron a recopilar información por la zona buscando alguna información sobre la furgoneta que utilizaron para llevarse el sofá.

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