Agentes de la Policía Nacional de Elche y Elda han desarticulado en Alicante y en San Vicente del Raspeig un grupo organizado formado por seis personas que presuntamente se dedicaban a extorsionar a empresarios en la provincia de Alicante mediante amenazas para que pagaran supuestas deudas de entre dos mil y tres mil euros por unos servicios prestados como afiladores. La Policía ha localizado por ahora a 13 empresarios que han sido víctimas del grupo, entre los que se encuentra industriales del calzado, peleterías e incluso un hotelero, según informaron fuentes cercanas al caso.

Los implicados se ofrecían a afilar herramientas o cubiertos a las víctimas y luego les reclamaban cantidades desorbitadas bajo amenazas de muerte si no pagaban las falsas deudas. Empresarios que recibieron este tipo de llamadas presentaron denuncias en las comisarías de Elda y Elche, donde las brigadas locales de Policía Judicial iniciaron sus pesquisas de forma conjunta hasta que dieron con el paradero de los sospechosos.

El cabecilla vivía en un chalet situado en la Cañada del Fenollar, en Alicante, finca donde los agentes se incautaron de más de 10.000 euros en efectivo.

Además de las víctimas de esta trama de extorsión que presentaron denuncias en Elche y Elda, la Policía ha localizado a otros empresarios afectados en Monóvar, Catral y Alfaz del Pi. Asimismo, la Policía descubrió otro empresario extorsionado el municipio de Almansa, en Albacete.

Arrestos

Las seis detenciones fueron realizadas el jueves y el viernes de la semana pasada en Alicante y en San Vicente del Raspeig, aunque pasaron a disposición del juzgado de guardia de Elche, donde estaban abiertas las diligencias. Dos de los arrestados ingresaron en prisión preventiva y el resto quedó en libertad provisional.

Las extorsiones investigadas habían sido cometidas desde mediados del pasado año y la Policía Nacional mantiene abiertas las pesquisas por si aparece alguna víctima más de este grupo desarticulado.

Los arrestados tienen entre 23 y 50 años y todos son españoles excepto dos ciudadanos franceses y un italiano.

Los implicados son miembros de dos clanes familiares y según las denuncias recibidas en las llamadas telefónicas no dudaban en ser muy expresivos a la hora de formular las amenazas para tratar de consumar las extorsiones.

No ha trascendido si alguno de los empresarios de la provincia o el de Almansa llegó a realizar el pago de la falsa deuda reclamada por los investigados.