Sergio Morate, el principal sospechoso de la muerte de las dos jóvenes de Cuenca, Laura del Hoyo y Marina Okarynska, ingresó ayer en prisión provisional en Rumanía, después de declararse inocente ante un Tribunal de este país y sostener que teme por su vida en caso de regresar a España.

El Tribunal de Apelación de Timisoara, ante el que compareció Morate, aceptó la petición de la Fiscalía de fijar un periodo de detención provisional de 15 días, tiempo durante el cual se espera la petición formal de entrega de las autoridades españolas. Morate «considera que no es culpable de los hechos», explicó su abogada, Claudia Candea.

La letrada dijo que Morate expuso ante el tribunal que no deseaba regresar a España porque temía por su vida, debido a que tanto él como su familia habían recibido amenazas. También agregó que Marina Okarynska, una de las jóvenes muertas, era de origen ucraniano y que su familia tenía contactos que podrían poner en peligro su vida, incluso en una cárcel española, según recordó la abogada la declaración realizada por su cliente.

El sospechoso, que se presentó ayer con gesto serio y no respondió a las preguntas de los periodistas rumanos que le esperaban en el tribunal, ingresó en el Centro de Detención y Arresto Preventivo de Timisoara, confirmó la policía rumana. El juez, que ha fijado una nueva audiencia para el próximo 28 de agosto, aguardará la petición procedente de España para decidir sobre la posible entrega de Morate. En caso de llegar esa solicitud antes del 28 de agosto, la decisión se tomaría también antes.

El arresto del sospechoso se produjo en el marco de una orden europea de detención, conocida popularmente como euroorden, que agiliza mucho la entrega de detenidos entre países de la Unión Europea (UE), como es el caso de España y Rumanía.

La Policía rumana difundió ayer una grabación del momento de la detención del sospechoso. El arresto, en el que participaron agentes de operaciones especiales, se produjo a las 19.30 hora local del jueves en el apartamento de un ciudadano rumano que Morate conoció durante su estancia en una prisión española. Ninguno de los detenidos opuso resistencia. El supuesto cómplice de Morate quedó en libertad con cargos, mientras que la tercera persona que aparecía esposada en la grabación policial es el hermano del dueño del apartamento, que quedó en libertad al no estar relacionado con los hechos.

Fuentes de la investigación informaron que ambas pudieron morir por asfixia y que Okarynska tenía un golpe en la cabeza. La autopsia confirmó que ambas murieron de manera violenta. Según las mismas fuentes, las chicas pudieron morir el mismo día de su desaparición, el jueves de la semana pasada, cuando acudieron a la casa de Morate para recoger algunos efectos que Okarynska tenía aún allí.