La Audiencia Provincial ha confirmado la condena a una madre que pegó a su hijo «porque lo decía la Biblia», según la sentencia hecha pública hoy por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad. El fallo de un juzgado de lo Penal impone a la madre cuatro meses de prisión y una orden de alejamiento que le impedirá acercarse a su hijo durante 16 meses, pena que ahora ratifica la Audiencia. La pena por un delito de lesiones en el ámbito familiar ha quedado reducida a la mínima expresión ya que se le aplican dos atenuantes, una porque sufría un trastorno depresivo y otra por dilaciones indebidas.

Los hechos ocurrieron el 6 de febrero de 2010 en el domicilio familiar en Alicante. La sentencia declara probado que la acusada pegó a su hijo menor en la cabeza, detrás de la oreja, en las piernas y en las manos con el nudo del extremo de la cuerda de la cortina del dormitorio, mientras repetía una y otra vez que la Biblia decía que «si quieres a tus hijos les tienes que pegar». Durante la agresión también mordió y arañó al entonces menor de edad. También le decía frases como «tu padre te está poniendo en contra de mí» y «voy a conseguir que todos vayan a la cárcel». El menor salió corriendo a refugiarse en casa de una vecina. El menor sufrió solamente abrasiones en la piel en la oreja derecha y el codo, para lo que requirió una primera asistencia médica y de la que tardó tres días en curar y que. El padre no reclamaba nada por estos hechos.

Aunque en otros procedimientos habituales es habitual que los recursos se planteen alegando el derecho de los padres a corregir a sus hijos, la defensa ponía en duda los extremos de la veracidad de la denuncia y estos argumentos esgrimió al apelar la condena del juzgado de lo Penal ante la Audiencia Provincial. De todos modos, cuando se plantea ese derecho de corrección, el recurso se suele desestimar porque las últimas reformas contra la violencia doméstica suprimieron ese apartado del Código Civil.

Según argumenta la Audiencia en la contestación al recurso, la magistrada que enjuició el caso aseguró que el hijo de la acusada fue «clara, contundente y esencialmente idéntica en todas las fases del procedimiento», manifestando que su madre le golpeó en la cabeza y en la oreja y que lo arañaba. Hechos que, según la sentencia, vienen corroborados por el parte médico que se produjo por la asistencia sanitaria esa misma tarde y que refleja unas lesiones compatibles con lo que contó el menor, que cuando se celebró el juicio ya tenía la mayoría de edad.

Aunque la acusada padecía una trastorno mental por depresión y así lo declaró probado la sentencia, la Fiscalía y el juzgado consideran que era imputable por la agresión, por lo que sólo ha servido para atenuar la condena.