Un niño de tres años estuvo a punto de morir el domingo por la mañana en Alcàsser tras ser atacado por un perro de gran tamaño que le causó lesiones de gravedad en la cabeza, el cuello y la mano derecha. De no ser por la rápida intervención de su padre, quien también sufrió un mordisco grave en el brazo, las fuentes consultadas por este periódico aseguran que el menor no lo hubiera podido contar, ya que el animal tenía agarrado con sus fauces el cuello del pequeño y no lo soltaba. Finalmente la Policía Local tuvo que abatir de un disparo al perro cuando éste volvió a atacar a un operario de la protectora que trataba de tranquilizarlo, viendo que no quedaba otra opción y para evitar así males mayores.

El menor, de tres años, y su padre fueron trasladados de urgencia al Hospital La Fe de Valencia, donde el pequeño continuaba ayer ingresado recuperándose de las graves heridas sufridas. De hecho, fuentes próximas a lo ocurrido señalaron que el niño estaba en estado de shock totalmente ensangrentado y con parte del cuero cabelludo arrancado por los mordiscos.

La Guardia Civil investiga ahora la procedencia del animal, que carecía de chip y tampoco portaba collar alguno, para tratar de localizar a su propietario y presunto responsable de lo ocurrido. Asimismo, le han extraído sangre al cadáver y le han suministrado varias vacunas al menor para evitar el contagio de cualquier enfermedad que pudiera tener el perro.

Los hechos ocurrieron a las ocho de la mañana del domingo en las cercanías de una alquería situada en el polígono del Pla de Alcàsser donde reside la familia del pequeño. Al parecer, fue nada más salir de la casa cuando el niño, que iba con su padre, se encontró al perro, un mastín cruzado con otra raza. Sin que hubiera provocación alguna por parte del pequeño el animal saltó encima de él y comenzó a morderle en la cabeza y el cuello. Finalmente el padre logró que le atacara a él y le mordiera en el brazo.