Un simple caso de una pelea en las inmediaciones del Puerto de Alicante estuvo ayer a punto de convertirse en un pleito con repercusiones internacionales. En el banquillo se sentaban dos soldados alemanes de la OTAN que acabaron peleándose con la Policía durante un altercado en la Plaza del Mar el pasado 30 de mayo después de haberse ido de borrachera durante una escala del barco en el que estaban destinados. El abogado de la defensa planteó ayer que el juzgado de Alicante que debía celebrar el juicio no era competente en estos hechos y que la causa debía ser juzgada por los tribunales de Alemania. «Cuando los soldados de la OTAN están de maniobras están de servicio las 24 horas», planteaba en su escrito de defensa. La Fiscalía pidió desestimar esta alegación al considerar que estar de borrachera un sábado por la noche en el Puerto de Alicante no se puede interpretar como que se encuentren de servicio.
La petición fue desestimada por el juzgado y el juicio se celebró en ausencia de los acusados, que ya no se encuentran en el país al haberse marchado el barco en el que sirven. La Ley de Enjuiciamiento Criminal permite celebrar el juicio sin necesidad de que el acusado esté presente cuando la pena que se reclama es inferior a los dos años de cárcel. En este caso, el fiscal pide un año de prisión para los dos militares por un delito de atentado a la autoridad y tres multas de 180 euros por las lesiones causadas a los agentes. Los policías intervinieron cuando los soldados se peleaban con unos británicos y éstos se enfrentaron a ellos llegando a arrebatarles las defensas reglamentarias.
