Los 7.125 kilos de abono orgánico mezclado con cocaína que fueron incautados por la Policía Nacional de Alicante y Aduanas el pasado noviembre serán destruidos en un horno crematorio de la provincia de Almería. Los sacos, que fueron intervenidos en una nave del polígono del Pla de la Vallonga y en el puerto de Valencia, fueron cargados ayer por la mañana en un tráiler que tenía previsto viajar esta pasada madrugada de Alicante a Almería escoltado por la Policía.

El traslado de la droga ha coincidido con la puesta en libertad de uno de los imputados considerado como uno de los principales implicados en la trama. El empresario que tenía alquilada la nave en el Pla de la Vallonga y gestionó la importación del abono de Sudamérica tenía previsto salir ayer tarde en libertad de prisión tras abonar una fianza de 6.000 euros.

Dicha fianza fue fijada ayer por la Sección Primera de la Audiencia Provincial a petición del abogado Moisés Candela Sabater, que defiende al empresario ahora excarcelado. En la vista, donde se decidió rebajar por tercera vez la fianza, que comenzó siendo de 35.000 euros, el tribunal recibió los últimos informes aportados por la Policía al juzgado de Instrucción número 2 de Alicante, donde se instruyen las diligencias.

En dicha documentación la Policía Nacional indica que puede haber 89,77 kilogramos de cocaína base mezclada con el abono, ya que un estudio realizado por el Laboratorio Químico de la Comisaría General de Policía Científica concluye que las muestras extraídas de la partida de abono incautado contiene una riqueza de cocaína base del 1,26 por cien. Estos cálculos son más elevados que los de Sanidad, que en su análisis realizado a principios de años solo detectó unos 12 kilos de droga.

La Policía indica asimismo que al ser cocaína base debe ser adulterada para su consumo, lo que supondría que en la calle se distribuirían 269 kilos de coca con un porcentaje del 33,3 por ciento y un precio de venta al menudeo de más de 15 millones.

La Policía Nacional señala que en el mismo oficio enviado al juzgado que el departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante «no ha logrado emitir un informe concluyente» con las técnicas utilizadas para la extracción y cuantificación de la sustancia enviada para su análisis.