La Audiencia Provincial ha condenado a penas que suman 73 años y seis meses de prisión a seis procesados por el tiroteo entre dos clanes ocurrido el 7 de julio de 2013 en la Colonia Santa Isabel, en San Vicente del Raspeig. Según la sentencia notificada ayer por la Sección Segunda, tres miembros del clan de los «Wenceslao» han sido castigados con sendas penas de 16, 16 y 17 años de prisión por homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas, mientras a que a dos miembros del clan de los «Gallego» o «García» -que no causaron heridos- les impone ocho años y medio a cada uno por los mismos delitos y siete años y seis meses a un tercero de la misma familia por el homicidio frustrado. El fiscal pedía penas que sumaban unos 150 años de prisión.

Entre las indemnizaciones que fija la Audiencia en la sentencia destaca la de 179.428 euros a Sanidad por los gastos de atención médica a los dos heridos de bala en el tiroteo, los cuales tendrán que ser indemnizados con un total de 84.000 euros por las lesiones sufridas. Un procesado que estaba acusado de tenencia ilícita de armas, defendido por el abogado Joaquín Lacy, ha sido absuelto.

Los abogados Laureano del Castillo y Aitor Esteban Gallastegui, defensores de algunos acusados, anunciaron ayer su intención de recurrir la sentencia.

La sentencia declara como hechos probados que antes del tiroteo registrado la noche del 7 de julio de 2013 se había generado un enfrentamiento entre miembros de los dos clanes por una deuda de dinero. Una discusión por este motivo provocó «una serie de amenazas mutuas». Sobre las 22.10 horas de ese día, un miembro del clan de los «Gallego» y dos hijos acudieron con armas de fuego en busca de los integrantes del clan de los «Wenceslao» a dos bloques de la Colonia Santa Isabel.

Según el fallo, efectuaron varios disparos y los otros acusados, que ya estaban alertados y les esperaban, realizaron numerosos disparos desde una vivienda y desde un portal. Al final se efectuaron 23 disparos entre los dos clanes que intervinieron y dos personas -el padre y uno de sus hijos- resultaron heridas.

Tras el tiroteo se localizaron 16 vainas que se correspondían con tres armas de fuego diferentes y al día siguiente la Policía localizó en un jardín de las inmediaciones una pistola semiautomática de la marca Beretta que fue usada por uno de los acusados.

Unos días más tarde descubrieron una segunda pistola en el Polígono Rabasa de Alicante, pero no estaba en condiciones de ser utilizada.

El tribunal señala en los fundamentos jurídicos de la sentencia que lo ocurrido en la Colonia Santa Isabel fue «un enfrentamiento anunciado» y no «un encuentro casual en el que se genera una escalada violenta que culmina en el uso puntual de un arma de fuego».

Todos los que intervinieron en la reyerta asumieron el riesgo de causar la muerte a alguna persona, según la Audiencia, que precisa que además el tiroteo se produjo a una hora nocturna en verano cuando aún había vecinos y viandantes por las calles.