La red de narcotráfico responsable del alijo de 1.400 kilos de hachís incautado tras ser desembarcado en Santa Pola se dedicaba presuntamente a traer la droga en embarcaciones con motores de gran potencia desde Marruecos hasta diversos puntos del litoral de la Comunidad Valenciana y Murcia, donde los fardos eran trasbordados a pesqueros que los trasladaban a puerto sin levantar sospechas.

De hecho, el pasado martes la descarga se realizó sobre las ocho de la tarde en el puerto de Santa Pola. Colocaron la furgoneta junto al pesquero y descargaron los fardos pese a que a esa hora aún pasaban personas por el muelle, alguna de las cuales les saludó, según señalaron fuentes cercanas al caso. La furgoneta salió con la droga y en la autovía de circunvalación de Alicante, la A-70, fue interceptada por una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico a la altura de El Campello.

Los seis detenidos en la operación realizada por la Guardia Civil, la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, entre los que figuran cuatro pescadores, pasaron ayer a disposición judicial. Son cinco españoles y un ciudadano de Gambia, de entre 30 y 49 años.

Los dos que comparecieron en el juzgado de guardia de Alicante ingresaron en prisión y son el conductor de la furgoneta que llevaba la droga y el patrón de una embarcación semirrígida acusado de transportarla hasta el pesquero que la llevó a Santa Pola. Este tripulante pidió ayuda tras quedarse su lancha a la deriva a varias millas de la costa de Torrevieja, por lo que fue auxiliado por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y al llegar a Alicante fue detenido.

Asimismo, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Elche, en funciones de guardia, envió ayer a prisión a dos de los cuatro detenidos en Santa Pola y dejó en libertad a otros dos. La fiscal había solicitado prisión sin fianza para todos ellos, tres de nacionalidad española (nacidos en Elche, Santa Pola y Villajoyosa) y un gambiano.

Los dos detenidos que quedaron en libertad declararon ayer en sede judicial que no tenían nada que ver con los hechos y que habían estado en un lugar distinto el día en que se localizó al droga, y solicitaron que se ampliaran las pruebas y se aportaran grabaciones de vídeo del puerto. Los dos que ingresaron en prisión son el propietario del barco y un trabajador.

La operación antidroga fue presentada ayer en la Comandancia por el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, acompañado de los responsables de la Policía Nacional, Guardia Civil y Agencia Tributaria. Los 1.400 kilos de hachís, repartidos en 44 fardos, han sido valorados en unos dos millones y medio de euros en el mercado negro. Además de la droga se han intervenido dos barcos de pesca, una embarcación semirrígida, una furgoneta, varios GPS, teléfono satelitales y varios teléfonos móviles.

Las pesquisas se iniciaron en enero al detectar un grupo organizado que estaba empleando embarcaciones neumáticas de casco rígido y motores de gran potencia para bajar frente a las costas de Marruecos con el fin de cargar hachís y transportarlo hasta las proximidades del litoral alicantino, donde los fardos eran cargados en pesqueros que llevaban los alijos a puerto. De esta forma no levantaban sospechas y pasaban desapercibidos en los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil.