La Audiencia de Alicante ha condenado a otros 26 años de prisión al violador que atacaba a mujeres en garajes por dos nuevas agresiones, trece años por cada ataque, según la sentencia a la que ayer tuvo acceso este diario. El fallo declara probado que Francisco José Jiménez Cámara fue el responsable de la agresión sexual sufrida por dos mujeres de madrugada en los garajes de sus respectivos edificios cometidas en junio de 2005 y mayo de 2013, ataques de modus operandi idéntico a los otros casos en los que también se le ha condenado. Cuchillo en mano las obligaba a hacerle una felación y en algunos casos las violaba analmente.

Se trataría de una de las primeras agresiones cometidas por este acusado y una de las últimas, pocos días antes de su detención por la Policía. Estos 26 años de prisión se añaden a las otras tres condenas, que suman 36 años de cárcel, y que se les ha impuesto en estos últimos meses en otros juicios celebrados en la Audiencia Provincial. De todas maneras, las anteriores condenas todavía no son firmes, ya que la defensa las ha recurrido ante el Tribunal Supremo denunciando vulneración de los derechos fundamentales del acusado por parte de la Policía cuando se produjo el arresto. A estas agresiones, hay que añadir un sexto caso en el que un juzgado de lo Penal le absolvió por falta de pruebas del ataque que sufrió una mujer mientras estaba haciendo footing por la ciudad.

La sentencia se basa para condenarle en el hecho de que las víctimas le identificaron como su agresor, así como en los restos de ADN que se obtuvieron en el escenario de la segunda de estas violaciones. La defensa había impugnado los reconocimientos realizados por las víctimas alegando que la Policía habría mostrado a éstas fotografías del acusado antes de que se celebrara la rueda de reconocimientos en el juzgado.

Los jueces recuerdan que, en el caso de la violación cometida en el año 2005, la Policía mostró numerosas fotografías a la víctima, sin que ésta reconociera a ninguno de ellos, ya que el acusado aún no figuraba como sospechoso de la Policía. Tras la detención de éste en el año 2013, la víctima no reconoció ninguna de las fotografías actuales, motivo por el que los agentes optaron por mostrarle fotos del acusado del año 2005 y esa vez sí que lo identificó. Los jueces inciden en que el aspecto del acusado había cambiado mucho en ocho años. En el caso del reconocimiento de la víctima de la otra violación, la sentencia señala que esta mujer reconoció al acusado tanto en las fotografías como en la rueda de reconocimiento. Pero a esto se añaden otros indicios como es la presencia de un coche similar al del acusado la noche de la agresión en el edificio de la víctima, el ADN del acusado en el semen que cayó en una camiseta de la mujer violada.