Un vecino de Alicante de 61 años se enfrenta a una condena de nueve meses de prisión por haber matado presuntamente a pedradas a una gata que se encontraba en el jardín de su vivienda junto a otros cuatro gatos, a los que también apedreó, según señala el fiscal en su escrito de acusación.
El representante del ministerio público atribuye al acusado un delito de maltrato animal por la muerte de la gata y en concepto de autor y solicita para el hombre la pena de nueve años de cárcel. Asimismo, pide para él inhabilitación especial por tiempo de tres años para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o comercio que tenga relación alguna con los animales, además de reclamarle las costas del procedimiento.
Los hechos ocurrieron el día de Navidad del año 2013. Aquel 25 de diciembre el acusado, que residía en un bajo, tenía cinco gatos en su jardín a los que apedreó para que se fueran del mismo, llegando a morir una gata y logrando sobrevivir los otros cuatro. Al volver los animales al recinto les puso clavos en la comida, según declaró una testigo en el juzgado. Durante la instrucción de este procedimiento seguido por maltrato animal -un delito para el que se endurecieron las penas tras la reforma del Código Penal de 2010- varias vecinas del hombre relataron que el acusado aceptó, al principio, tener a los animales en su jardín a cambio de un pequeño dinero que ellas le entregarían por acogerlos y para que comprase comida. Según las testigos, el imputado no cumplió y empezó a maltratar a los gatos que tenía en el patio.
Relata el fiscal que en el jardín se quedó otra gata de unos cinco meses pero que no recibió ningún alimento. Cuando las vecinas se acercaban para ponerle comida y bebida, el acusado la tiraba, según recoge el escrito de acusación del ministerio público.
«Maltrato injustificado»
Por estos hechos el fiscal solicita para el hombre nueve meses de prisión por un delito de maltrato animal, recogido en el Código Penal. El artículo 337 castiga con penas de tres meses a un año de cárcel cualquier procedimiento para maltratar injustificadamente a un animal doméstico o amansado causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud.
Desde la reforma del Código Penal los procesamientos por maltrato animal se han hecho más visibles en los juzgados de Alicante. El juzgado de lo Penal número 8 de Alicante tiene previsto juzgar a un hombre por tirar ácido al loro de su vecino y dejarle importantes secuelas en los ojos; otro juez abrió diligencias el año pasado por la muerte de varios gatos durante unas labores de limpieza de un solar en el barrio de Carolinas y hasta la Fiscalía solicitó recientemente prisión para un joven toxicómano de Elda por un delito de extorsión al secuestrar al perro y al gato de su tía y devolvérselos tras exigir un pequeño rescate por ellos.
