El «ciberpatrullaje» de los investigadores de la Policía Nacional que combaten la corrupción de menores en la red ha permitido localizar en la provincia de Alicante a 12 presuntos pederastas acusados de tenencia y distribución de pornografía infantil a través de redes de intercambio en Internet. Entre los apresados figuran dos profesores y dos monitores de tiempo libre que trabajaba con menores. Siete de las detenciones fueron realizadas en Alicante y el resto en Ibi, Elda, Pinoso, Torrevieja y Villajoyosa. La Policía Nacional realizó catorce registros domiciliarios y se incautó de más de cien mil archivos de contenido pedófilo en los ordenadores de los implicados. Uno de los detenidos tenía además grabaciones de abusos sexuales a dos sobrinas, de unos 10 años de edad.

Además de estas niñas la Policía ha podido identificar a un tercer menor víctima de alguno de los implicados, que no guardaban relación entre sí salvo el presunto intercambio de archivos de pornografía infantil.

De los 12 detenidos cinco ingresaron en prisión preventiva y para dos de ellos se acordaron órdenes de alejamiento de sus víctimas, según explicaron ayer los responsables de la operación en una rueda de prensa acompañados del comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Alberto Rubio. En los registros domiciliarios se incautaron de 36 discos duros, ocho ordenadores, 13 teléfonos móviles inteligentes, y 19 «pen-drive».

El inspector jefe responsable de la sección de Explotación Sexual de Menores en Internet de la Unidad de Investigación Tecnológica, Luis García, y el inspector jefe del Grupo de Delitos Tecnológicos de Alicante, Santiago Calderón, expusieron que el detenido al que incautaron varias grabaciones de sexo explícito de dos sobrinas tenía también en su poder otros vídeos grabados con cámara oculta en la vía pública de menores a las que seguía para fotografiar diferentes partes de su anatomía, especialmente las zonas íntimas. Esta modalidad de fotografiar a la víctima sin que se dé cuenta en la vía pública se conoce como «candid».

«Grooming»

Los investigadores también descubrieron que uno de los monitores de tiempo libre detenido trabajaba con menores y empleó técnicas de «grooming», método que se emplea en la red para ganarse la confianza de los niños y lograr un acercamiento. Este monitor se ofrecía por Internet como canguro para el cuidado de niños.

Siete de los arrestados tenían entre 30 y 50 años, uno era menor de 30 y cuatro mayores de 50, entre ellos un jubilado de 71 años que según Calderón era un experto en informática. El jefe del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Judicial de Alicante precisó que además de las cuatro personas detenidas que trabajaban con menores, el resto de implicados son cinco parados, dos obreros y un camionero.

El inspector jefe responsable de la sección de Explotación Sexual de Menores alertó ayer de que «cada vez hay más demanda de pornografía infantil» y los pederastas «necesitan nuevos archivos». «El ordenador llega a ser su vida, su propio mundo está en la habitación del ordenador», indicó García. Este tipo de delincuentes, según la Policía, van reduciendo sus relaciones sociales en el mundo real, «creándose su mundo protagonizado por sus impulsos sexuales y debilitando sus barreras sociales, quedando fuera de control de agentes externos».

Víctimas

García destacó asimismo que cada vez hay un mayor número de menores que son víctimas de abusos por parte de personas que comenzaron a delinquir con la tenencia y distribución de fotos y vídeos de contenido pedófilo en las redes de intercambio de archivos.

La denominada operación «Indio» se inició en febrero de 2014 y concluyó a finales del pasado año tras localizar a los usuarios de Internet que fueron descubiertos en los rastreos sistemáticos que realiza la Policía en las redes de intercambio de archivos con el fin de evitar la proliferación de pornografía infantil.

La Policía afirma que emplean avanzadas técnicas de investigación que permiten discriminar a los usuarios de este tipo de redes que consumen y distribuyen grandes cantidades de archivos de explotación sexual de menores.